viernes, 30 de diciembre de 2016

La metáfora

La metáfora

Apuntes para una interpretación compleja de la metáfora


Raúl Prada Alcoreza



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La metáfora (metaphora) es la transferencia (epiphora) a una cosa de un nombre (onomatos) que designa otra (allotriou), transferencia del género a la especie (apo tou genus epi eidos) o de la especie a la especie (apo tou eidous epi eidos) o según relación de analogía (é kata to analogon).

Aristóteles




La metáfora como transferencia de sentido, donde el sentido mismo no deja de sufrir transformaciones. Este enunciado, que ya se encontraba en Aristóteles[1], plantea una diferenciación entre pensamiento y lenguaje; la metáfora forma parte del lenguaje, que podríamos decir constitutiva. El pensamiento es directo, para expresarse recurre a la metáfora, ingresando de lleno al lenguaje; que podríamos tomarlo como heurística de la construcción del sentido. Al respecto, el problema es el siguiente: ¿Cómo podría pensarse sin la figuración, sin la metaforización? En este caso, el del enunciado, el pensamiento vendría a ser como la relación originaria con el mundo; las relaciones derivadas vendrían con el lenguaje.

Lo que expusimos es un esquema simple de uno de los enunciados más fuertes en la Poética y la Retórica de Aristóteles. Este esquema simple y hasta reductivo, puede ayudarnos a diferenciar corrientes teóricas de larga trayectoria, en lo que respecta a los debates sobre el pensamiento y el lenguaje[2]. La premisa de la diferencia entre pensamiento y lenguaje, deriva en distintas consecuencias teóricas e interpretativas, que, a pesar de compartir la premisa, se colocan en posiciones encontradas. Por ejemplo, en un caso, se considera al pensamiento como actividad  fundamental; en otro caso, mas bien, se considera al lenguaje como actividad primordial. Se puede decir que la primera tendencia se inclina por la filosofía como ciencia del pensamiento; en tanto que la segunda tendencia se inclina por la retórica, la lingüística, la antropología y la hermenéutica, como saberes o ciencias del arte del convencimiento, de los sistemas de signos, de los sistemas culturales y de la interpretación.

La corriente teórica, opuesta, por así decirlo, a la que parte de la premisa de la diferencia entre pensamiento y lenguaje, es la que no los diferencia, sino que las comprende como una articulación compleja entre ambas actividades vitales. Esta otra premisa, de la que se parte, también deriva en distintas consecuencias teórica e interpretativas; sin embargo, en este caso, resulta más difícil detectar estas tendencias en su conformación como disciplinas, saberes, ciencias. Encontramos estas tendencias, de manera implícita, en los usos que hacen las ciencias, en tanto disciplinas, de la metáfora del leguaje, así como en la subsunción del “pensamiento” o lo que podría ser una analogía del pensamiento, aunque circunscrito, a las operaciones de codificación y decodificación. Hablamos, por ejemplo, de la biología; ciencia de la vida, que acude a la metáfora del lenguaje para interpretar las dinámicas moleculares.

Así como en la biología, también podemos encontrar en las exposiciones de la física, la recurrencia metafórica para explicar fenómenos estudiados. Es en el pensamiento complejo, cuando se hacen explicitas las consecuencias teóricas de la premisa de la articulación compleja entre pensamiento y lenguaje. Por ejemplo, la multidisciplina de la ecología desarrolla interpretaciones de la complejidad, donde pensamiento y lenguaje forman parte de las dinámicas ecológicas.

La anterior exposición esquemática y hasta simple, que no tiene otro objeto que poner en mesa la cuestión o, como se dice popularmente, rayar la cancha, nos ayuda a comprender mejor la función de la metáfora en el lenguaje y el pensamiento; incluso en los comportamientos y conductas, así como en la praxis.  Ahora podemos volver a la cuestión de la metáfora para comprender que el pensamiento, el lenguaje y la praxis se colocan en una situación, mas bien, operativa, y no de pretensión de verdad. Es la ideología generalizada la que ha asumido como presupuesto motor la pretensión de verdad.   


Pensar es interpretar, en el sentido más amplio de la palabra; también se puede decir que es inferir, así como construir conceptos y crear paradigmas. No se puede concebir un pensamiento que no figure, que no recurra a la metáfora como acto figurativo, que codifica y decodifica, que compara y contrasta, también aproxima e iguala, que acumula y transforma sentidos, experimentándose la transmisión semántica[3].


























Premisas

1.   La metáfora se da en una operación de la construcción de sentido. La metaforización se da en la actividad relativa a la producción de sentido.

2.   Ahora bien, la metáfora se da lugar en la mente humana con la intervención de todo el cuerpo. Se da como singularidad dinámica en la complejidad dinámica de la fenomenología de la percepción[4].


3.   Lo que hace a la metáfora, la comparación, la diferenciación y la analogía, la transmisión y traslación de sentido, se da en las dinámicas de la percepción, se da en la experiencia y en la memoria

4.   Considerando la experiencia vital, a partir de la memoria, de la acumulación, por así decirlo, de imágenes, de sentidos y significaciones, recurriendo a la selección, se arma un nuevo sentido, que interpreta la nueva experiencia vivida.


5.   Desde la perspectiva de la complejidad, la metáfora, no puede aislarse en un plano de intensidad, como el literario, tampoco circunscribirse al espesor de intensidad del lenguaje, menos aislarlo en ese campo de abstracción que se denomina el pensamiento, como si éste pudiera funcionar sin el cuerpo. La metáfora es posible en la fenomenología de la percepción, que es, a su vez, individual y social; en consecuencia, es posible en la complejidad dinámica de los ciclos vitales.

6.   Por lo tanto, la metaforización no acaece solo en los ámbitos de lo imaginario; sino que estos ámbitos son posibles porque forman parte de dinámicas complejas integradas de ecologías sociales, de ecologías territoriales y de ecologías biodiversas.


7.   De manera concreta y, si se puede decir, provisionalmente, nuclear, el acontecimiento de la metáfora acontece en las dinámicas corporales, en la actividad de las memorias, respondiendo a los desafíos de las experiencias.

8.   La comparación, la contrastación, la analogía, la diferenciación, por lo tanto, la traslación y transmisión de sentido, lo hacen, lo efectúan, lo ejecutan, los sujetos sociales involucrados en la interpretación constante de la experiencia social, que comprende la multiplicidad de experiencias individuales


9.   No son sostenibles ya las teorías de la metáfora que solo se circunscriben a planos de intensidad de las narrativas, literarios, discursivos, o de los espesores de intensidad del lenguaje, o del campo filosófico, al que ha sido reducido el pensamiento.  La metáfora no nace por sí misma, ni se reproduce sola, tampoco se transforma en esta soledad conjeturada. La metáfora acontece en las mentes humanas - todavía manteniendo este concepto discutible de mente, para ilustrar -, debido a que los cuerpos humanos experimentan las múltiples y plurales conexiones con el mundo en devenir.

10.               La metáfora forma parte de las capacidades operativas y hermenéutica de los cuerpos. Ayuda a la sobrevivencia, también al potenciamiento de la vida; en el caso que nos ocupa, al potenciamiento de la vida humana.


11.               La construcción de sentido y la producción de sentido, de las que forman parte la metáfora y la metaforización, son, diremos, provisionalmente, procesos heurísticos y hermenéuticos, en la interpretación social del mundo en devenir.

12.               Los saberes sobre la metáfora y la metaforización, heredados de la episteme moderna, han configurado cuadros de clasificación de formas de metáfora, diferenciado modos de metaforización, han construido teorías que interpretan tanto la proliferación metafórica en el lenguaje y el pensamiento, así como su presencia en distintos campos; por ejemplo, el retórico, el poético, el filosófico; sin embargo, no han podido dar cuenta de la metáfora en sí misma, ni de la metaforización en sí misma. De esto dan cuenta las distintas corrientes teóricas e interpretaciones sobre la metáfora.  No han podido hacerlo, pues este sí mismo es una conjetura metafísica, heredada de la filosofía. Empero, esto no es lo más importante; para mantener todavía el concepto abstracto, este sí mismo se encuentra en la complejidad misma dinámica e integrada de la fenomenología de la percepción, que es fenomenología corporal, dados en los contextos de las fenomenologías ecológicas[5].


13.               Ahora bien, las traslaciones y transmisiones de sentido, que hacen a la metáfora y a la metaforización, de las que se habla desde Aristóteles, se dan primordialmente en los espesores intensos de la experiencia social. Es donde se experimentan estas traslaciones y transmisiones de manera vivida, como actividades entrelazadas. Estos procesos, por así decirlo, de traslación y transmisión fáctica son intuidos, percibidos e interpretados imaginariamente, además de codificados por el lenguaje.

14.               Desde esta perspectiva, que comprende a las fenomenologías donde aparecen la metáfora y la metaforización, que supone entrelazamientos abigarrados, por así decirlo, de los procesos de producción de sentido, es indispensable desplazarse a la ecología de la metáfora y de la metaforización.


15.               Retomando el incuestionable acierto y certeza de las teorías de la metáfora, respecto a las propiedades y atributos de traslacióntransmisión y hasta transformación de sentido, lo que proponemos, desde la perspectiva de la complejidad, es investigar, analizar e interpretar estas propiedades y atributos, estos procesos, en las articulaciones complejas integradas de las fenomenologías corporales y las ecologías donde se encuentran insertas.

16.               Las traslaciones, las transmisiones y las transformaciones complejas e integradas, se dan en la simultaneidad dinámica del mundo en devenir; por lo tanto, en la multiplicidad y pluralidad de experiencias singulares, sociales, colectivas e individuales.


17.               Las traslaciones, las transmisiones y las transformaciones de sentido, de las que hablan las teorías de la metáfora, son como el efecto imaginario y abstracto, tanto en el lenguaje como en el pensamiento, de las dinámicas integradas de la complejidad dinámica de las fenomenologías en curso.

18.               Se requiere entonces de descripciones, concepciones, interpretaciones complejas, del acontecimiento metáfora en el acontecimiento vida. Por lo tanto, el análisis de las singularidades metafóricas en los contextos y coyunturas, mejor dicho, en los tejidos espacios-tiempos de las singularidades sociales, territoriales y ecológicas.


19.               Una pregunta que parece pertinente es: ¿Cómo emerge la imagen inmanente, por así decirlo, que corresponde a la metáfora, de la complejidad dinámica e integrada de las fenomenologías en curso? 


Con el propósito de sugerir hipótesis interpretativas prospectivas, vamos a sugerir algunas.















La metáfora desde la perspectiva de la complejidad

1.   Es el cuerpo el que vive las transformaciones en la experiencia. Es también el cuerpo el que requiere de acciones en sus entornos. Estas acciones son posibles por un complejo de operaciones que se dan, tanto en el cuerpo como en los entornos; en el cuerpo como fenomenologías de la percepción, para resumir; en los entornos como fenomenologías sociales, territoriales y ecológicas.

2.   Así como el sentido inmanente se da en la intuición fenomenológica, como concibe Merleau Ponty, así también, podemos sugerir, se da la imagen inmanente, como intuición corporal. El sentido inmanente, sufre, por así decirlo, su metamorfosis fenomenológica, como propone Edmund Husserl[6], convirtiendo las sensaciones agolpadas en sentido; también proponemos que la imagen inmanente, sufre su metamorfosis fenomenológica, convirtiendo las huellas fenomenológicas, por así decirlo, en metáfora


3.   Para decirlo de una manera muy esquemática, pero, ilustrativa, diremos, por de pronto, que el devenir mundo redunda como devenir metáfora y devenir sentido.

4.   La mecánica de la metaforización, por así decirlo, esto de mecánica, obviamente metafóricamente, no se da en la metáfora ni en la metaforización mismas, sino en la complejidad integrada de las fenomenologías corporales y las fenomenologías sociales, territoriales y ecológicas.


5.   Las dinámicas mundanas son vividas por el cuerpo sensiblemente o de manera sensible, en tanto memoria sensible, de modo singular. Esta singularidad sensible es interpretada imaginariamente, lingüísticamente, pensativamente, por el ser humano, en los distintos momentos y contextos, locales, nacionales, regionales y mundiales.

6.   Todo esto acontece acompañado por la inscripción de las mallas institucionales estatales, sociales y culturales. Estas mallas institucionales, por una parte, son como los archivos y registros de la memoria social institucionalizada, que se transmite de generación en generación. Por otra parte, al institucionalizarse, se convierten en hábitos y habitus, también en paradigmas, que son asumidos en la innovación misma de la apropiación y el aprendizaje.


7.   Las teorías de la metáfora han descuidado no solo estudiar la metáfora como acontecimiento, sino en lo que respecta a la inscripción institucionalizadainscrita en los cuerposhendida en los comportamientos, en los habitus. Como metaforización ya dada, fijada y consolidada socialmente e institucionalmente, si se quiere, usando una figura extrema ilustrativa, como mundo metafórico dado.

8.   Para ilustrar, diremos, figurando y ejemplificando, que así como Emile Benveniste dice que el humano nace en el lenguaje y desde el lenguaje nombra el mundo[7]; se puede parafrasear y decir que el humano nace en la metáfora y desde la metáfora imagina el mundo.

  
9.   En consecuencia, la metáfora, comprendiendo los planos y espesores de intensidad de donde emerge, como imagen inmanente, la metáfora, desde la perspectiva de la complejidad, atraviesa el mundo en constante devenirParadójicamente, el mundo es invención de la metáfora y la metáfora es producción del mundo.

10.       Las ciencias son ciencias no porque se alejan, abandonan o, extremando, excluyen la metáfora. Las ciencias están atravesadas por la metáfora; la usan, solo que ésta se encuentra bajo las condiciones transformadas por las ciencias. Incluso las matemáticas están atravesada por la metáfora; dejando a un lado, por el momento, los signos numéricos y los símbolos algebraicos, que también se encuentran irradiados de metáfora, las exposiciones de las teorías matemáticas están atravesadas por metáforas. Sin tocar todavía lo signos numéricos y los símbolos algebraicos, anotaremos de pasada, que las figuras geométricas no dejan de connotar su inmanencia metafórica.









[2] Ver de Jacques Derrida Márgenes de la filosofía. Catedra; Madrid 1994. También del mismo autor  La mitología blancahttps://es.scribd.com/document/111385296/La-Mitologia-Blanca-Jacques-Derrida.



Leer más: http://dinamicas-moleculares.webnode.es/news/la-metafora/

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