martes, 31 de mayo de 2016

Formaciones espacio-temporales-territoriales-sociales del subsistema-mundo del capitalismo dependiente

Formaciones espacio-temporales-territoriales-sociales del subsistema-mundo del capitalismo dependiente



Raúl Prada Alcoreza

 

Formaciones espacio temporales territoriales sociales.pdf






Vamos a continuar con lo planteado en el ensayo Subsistema-mundo del capitalismo dependiente; ahora, esta vez, en enfoque menos teórico y más descriptivo, situándonos en una formación-espacio-temporal-territorial-social singular. Hemos escogido como referente concreto a la formación compleja singular boliviana, que en el lenguaje marxista y gramsciano de René Zavaleta Mercado se denominaba como formación social abigarrada. ¿Por qué ya no hablamos de formación social abigarrada? Hemos reconocido el aporte crítico de Zavaleta al desplegar una interpretación distinta y, podríamos decir, compleja, de la formación social boliviana. Lectura creativa e innovadora, que se separa de la mimesis recurrente y repetidora de los discursos marxistas tradicionales, que lo único que hacen es aplicar mecánicamente un modelo teórico estandarizado, modelo, mas bien, metodológico, en sus interpretaciones llanas de Bolivia y su formación social. Estos monjes “revolucionarios” creen que por lo que hacen, por la repetición memorística de la misma estructura general discursiva, el mismo formato “explicativo” vale para todas partes; solo hay que cambiarle de nombres. Se consideran que son consecuentes y se enorgullecen por haber salvado el marxismo del revisionismo. Este uso de la formación discursiva marxista, en vez de salvarlo, como ellos presumen, lo desgastan, por el uso reiterado y en constante letanía. Los discípulos de Marx terminan matando lo que tenía de vital el marxismo. Entonces, en vez de combatir “ideológicamente” contra los enemigos de clase - usando los mismos términos de la política, en sentido restringido -, lo que terminan haciendo, paradójicamente, es inutilizar el marxismo, que fue, por lo menos, dos siglos, arma de la revolución social; terminan coadyuvando a los enemigos de clase con esta manera de chamuscar el marxismo.

No retomamos el marxismo sino de una manera crítica, además de desplazarnos fuera de su horizonte epistemológico, que consideramos forma parte de la episteme de la modernidad y del pensamiento esquemático dualista moderno. No dejamos de valorarlo, quizás como la formación discursiva de mayor incidencia y convocatoria que las otras formaciones discursivas histórico-políticas. Consideramos que es una de las más valiosas herencias, no solamente teórica, sino sobre todo práctica; apreciando su praxis revolucionaria, por lo menos, antes de tomar el poder. Pero, no nos consideramos marxistas, pues, creemos situarnos ya fuera de los horizontes de la modernidad, de sus formas de pensamiento y de su episteme dualista, a los cuales pertenece el marxismo. Consideramos que incursionamos en los horizontes móviles de la episteme de la complejidad.

En estos horizontes nómadas, se han abierto también otros horizontes ambulantes de las luchas sociales, territoriales, ecológicas, de subjetividades heterogéneas, correspondientes a las nuevas formas de contra-poder y contra-sistema-mundo capitalista. El pensamiento complejo retoma, además de situarse en el zócalo epistemológico de la episteme compleja - zócalo que corresponde a la física relativista y cuántica -, las experiencias sociales actualizadas, las memorias sociales actualizadas y las dinámicas sociales de los pueblos, reconociendo y apoyando a la nueva generación de luchas desatadas. En este sentido, en su connotación política, económica, social y cultural, para decirlo con términos conocidos, se convierte en no solamente en instrumento complejo de lo que antes era la revolución, sino, en el contexto conceptual del pensamiento complejo, es herramienta de deconstrucción de las “ideologías” e instrumento de diseminación de las mallas institucionales del poder. No es la única connotación, sino es una de las múltiples connotaciones entrelazadas, participando en el acontecimiento, como una más de sus múltiples dinámicas singulares. La participación del pensamiento complejo en el acontecimiento no puede considerarse jerárquicamente como la actividad más importante, como lo hacía el pensamiento moderno, en su propio contexto histórico y horizonte epistemológico. En la perspectiva de la complejidad no hay jerarquía, sino simultaneidad y sincronización dinámicas en la complejidad integrada, sinónimo de realidad.  Por otra parte, como ya expusimos, el pensamiento no se concibe como pensamiento autonomizado, separado de las dinámicas corporalessociales y ecológicas, sino que se sabe parte de estas dinámicas materiales. Además, se distingue radicalmente de las pretensiones de verdad de las epistemologías y de la filosofía del pensamiento moderno; no considera que dice la verdad sobre la complejidad, sinónimo derealidad, sino que es meramente un instrumento dinámico de interpretación, que sirve para orientar las acciones de las sociedades alterativas; coadyuvando a la orientación de sus acciones y prácticas. Colabora en la comprensión afanosa de la simultaneidad dinámica y la complejidad integrada de la realidad; sobre todo, contribuyendo a la necesaria comunicación de las sociedades humanas con todos los seres del pluriverso.

No se trata de un pensamiento revolucionario, al estilo se los pensamientos críticos y contestatarios de la modernidad, al talante del marxismo, sino de un pensamiento reintegrado al cuerpo y a las corporeidades sociales, así como a los espesores de intensidad ecológicos de la biodiversidad; espesores que abarcan a las vibraciones, ondas y corporeidades complejas infinitesimales cuánticas; también a vibraciones, ondas y corporeidades complejas molares relativistas y gravitacionales. Un pensamiento que forma parte de las dinámicas de las cuerdas, en sus distintas escalas, de las composiciones de las partículas infinitesimales, de las combinaciones y composiciones de las fuerzas fundamentales del pluriverso, de las composiciones atómicas y moleculares, de las composiciones vitales de las macromoléculas; por lo tanto, de las combinaciones y composiciones complejas singulares de la vida. Se concibe como una actividad vital, en la proliferante constelación de actividades y dinámicas del planeta, que se encuentra en el complejo tejido del espacio-tiempo del pluriverso. Forma parte de la sincronización dinámica y simultanea del pluriverso.

En esta sincronización dinámica y simultánea del pluriverso, el pensamiento integrado a la percepción, al cuerpo, es inmanente en la materia; materia oscura y luminosa que es vida, en sentido amplio, es inmanente en la existencia, en las distintas escalas del tejido espacio-temporal del pluriverso. También, para decirlo provisionalmente, se puede sugerir la hipótesis eventual de que el pensamiento es inmanente en la existencia e inmanente y trascendente en la vida, en sentido biológico; adquiriendo las formas evocativas de expresión en las sociedades humanas.  El acontecimiento primordial, para decirlo de esta manera no adecuada, es la vida, tanto en su sentido amplio, como existencia, así como en sentido restringido, como vida, en sentido biológico. Éstas son conformaciones complejas, que no están separadas, ni se distinguen delimitadas, sino que forman parte de lo mismo, de la misma complejidad integral del pluriverso, del tejido del espacio-tiempo, en distintas escalas. Se puede decir, circunstancialmente, que la combinación de composiciones complejas singulares de la vida, en sentido biológico, tiene como substrato complejo, la vida, en sentido amplio, de la existencia.


Una vez expuestas estas consideraciones contextuales, desde la perspectiva de la complejidad, podemos pasar al tema del ensayo, que es el de las formaciones espacio-temporales-territoriales-sociales del subsistema-mundo del capitalismo dependiente.


Perfiles de formaciones espacio-temporales-territoriales-sociales del subsistema-mundo del capitalismo dependiente

Hemos dicho que el subsistema-mundo del capitalismo dependiente forma parte del sistema-mundo capitalista y de su geopolítica. Las formaciones espacio-temporales-territoriales-sociales forman parte de las combinaciones y composiciones complejas integradas de las ecologías de la biodiversidad. En este sentido, la configuración conceptual es más amplia en las formaciones espacio-temporales-territoriales-sociales que en el subsistema-mundo del capitalismo dependiente y en el sistema-mundo capitalista. Pues su complejidad abraza la condición de posibilidad ecológica de la vida; por lo tanto, de las sociedades, no solo humanas, sino orgánicas e inorgánicas, usando estos conceptos discutibles heredados. De esta manera, la comprensión de la perspectiva de la complejidad, que compartimos, va más allá y se encuentra más acá de la perspectiva - también compleja - de la teoría de sistemas autopoiéticos, que utilizamos metodológicamente en el anterior ensayo.

Para simplificar la larga denominación de formaciones espacio-temporales-territoriales-sociales, vamos a llamarlas, como hicimos en anteriores ensayos, formaciones eco-sociales. Estas formaciones eco-sociales son composiciones complejas singulares, que articulan e integran dinámicamente planos y espesores de intensidad de ciclos de vida del tejido espacio-temporal-territorial-social. En la comprensión de estas complejidades dinámicas, es indispensable entender los funcionamientos dinámicos entrelazados de estas formaciones singulares; concebir el mapa, en distintas escalas, de las dinámicas de las sincronizaciones inherentes a las formaciones. Para ilustrar lo que decimos, diremos que, por ejemplo - solo tomando algunos planos y espesores de intensidad seleccionados, usando los nombres acostumbrados -, que las formaciones eco-sociales articulan, en combinaciones singulares, los distintos planos y espesores de intensidad, situándose como matriz de los planos y espesores de intensidad social; que envuelve y enlaza a los planos de intensidad económico, político y cultural. Toda esta integración dinámica, a su vez, se integra a la complejidad entrelazada e imbricada de los ciclos vitales de la biodiversidad.

Se trata de formaciones eco-sociales que requieren pensarse, concebirse, imaginarse, conceptualizarse, interpretando las dinámicas simultáneas de la complejidad. La interpretación, que lleva a la comprensión, también a la explicación, por ende, a teorías de la complejidad, no abarca toda la complejidad de la realidad, pues no podría hacerlo. Lo que hace es aproximarse, mediante interpretaciones circundantes, que reducen la complejidad, conformando una complejidad hermenéutica, ciertamente instrumental y provisional, en la medida que las vinculaciones entre experiencia social, memoria social e interpretación social, se enriquecen. No hay verdad, sino un aprendizaje social permanente.


Dijimos que el subsistema-mundo del capitalismo dependiente forma parte del sistema-mundo capitalista. El sistema-mundo capitalista se encuentra en los espesores intensos de la biodiversidad; forma parte de sus ecologías. El subsistema-mundo del capitalismo dependiente tiene la misma situación que el sistema-mundo, solo que a escala menor y en un pedazo, por así decirlo, de la voluminosidad esférica de los espesores intensos de la biodiversidad. Ambos, el subsistema-mundo y el sistema-mundo, forman parte de las dinámicas ecológicas integradas de los ciclos vitales de la biodiversidad. Sin embargo, ambos se consideran superiores a la naturaleza; es más, creen que la dominan y controlan. No se dan cuenta, no tienen consciencia, por así decirlo, que dependen de los ciclos vitales de la biodiversidad, de las dinámicas ecológicas y de la armonía de los ecosistemas, donde se encuentran. Al creer imaginariamente que son superiores, que forman parte de la jerarquía lograda por la evolución, se comportan como si fueran realmente autónomos respecto a la biodiversidad y sus ciclos vitales. Entonces, se presentan, al disociarse imaginariamente e institucionalmente, de las ecologías y los ecosistemas, como una obstrucción de los ciclos vitales, como factores des- cohesionadores de las articulaciones integrales de la complejidad, convirtiéndose en una amenaza para la vida, sobre todo, para la sobrevivencia humana.

En la sincronización compleja y dinámica del planeta y del pluriverso, donde se encuentran el sistema-mundo y el subsistema-mundo, pareciera que se comportasen de-sincronizada-mente afectando a la sincronización integral del pluriverso, particularmente del planeta, en sus distintas escalas.  Empero, no puede ocurrir esto, precisamente porque el conjunto de constelaciones de combinaciones y composiciones del pluriverso y del planeta funciona como sincronización integral y simultánea. Lo que parece pasar, mas bien, es que en esta sincronización integral simultánea y cambiante, como expusimos en otro ensayo, al afectar del modo como lo hace y hemos descrito, al contaminar, al depredar, al obstruir los ciclos vitales y destruir la coordinación armónica de los ecosistemas, la sincronización integral del planeta, modifica las formas de sus sincronías integradas.

Ni el sistema-mundo ni el subsistema-mundo dominan las ecologías integrales y los ciclos vitales de la biodiversidad; ésta es una pretensión imaginaria de las mallas institucionales del sistema-mundo; pretensión que sólo se da y asume en la “ideología” antropocéntrica del sistema-mundo capitalista y del subsistema-mundo del capitalismo dependiente. Lo que ocurre efectivamente es que en los contextos y formas de sincronización desatadas, el sistema-mundo y el subsistema-mundo son diseminados por la vida misma, en toda su complejidad integral y dinámica

¿Cómo puede ocurrir esto? Por lo menos, hipotéticamente, podemos sugerir algunas alternativas; quizás dos, fuera de las que mencionamos en otro ensayo. Las sociedades alterativas, que escapan a la captura y al control de las estructuras de poder, pueden actuar en contra del sistema-mundo capitalista, buscando su deconstrucción, su desmantelación y su diseminación. Otra alternativa, la sincronización integral genera la desaparición de las sociedades humanas, al no poder éstas resolver el problema mayúsculo, la amenaza a la vida de parte del sistema-mundo capitalista. Esta última hipótesis es corroborable, dadas las condiciones de posibilidad, la complejidad dinámica y simultanea del planeta y del pluriverso. No parece posible que las sociedades humanas destruyan la vida en su compleja totalidad creativa, en el planeta; mucho menos, en el pluriverso.

El sistema-mundo, por tanto, el subsistema-mundo, se han convertido en formas y estructuras institucionales de contra-vida o anti-vida. Son máquinas destructivas de los ecosistemas y los ciclos vitales. En esta situación catastrófica, no es sostenible hablar de “progresismo”, incluso de “socialismo”, como si fueran algo distinto, desde la perspectiva ecológica, al “conservadurismo” y al capitalismo liberal. Forman parte del mismo sistema-mundo capitalista, así como en su pertenencia al sistema-mundo político, el orden mundial de las dominaciones. Se trata de matices de la misma afectación contra la vida. El “progresismo” mentado solo fuese sostenible si la complejidad se redujese a los límites del plano de intensidad y el espesor social, obviando las dinámicas ecológicas, que son la matriz de los substratos, que hacen de condiciones de posibilidad vitales de las sociedades. Esta reducción de la complejidad es meramente “ideológica”, solo puede sostenerse imaginariamente. Desde la perspectiva ecológica, el “progresismo”, el “socialismo”, son tan “reaccionarios” y peligrosos, como lo son las versiones “conservadoras”, liberales y neoliberales del sistema-mundo político.

El problema o la problemática, que enfrentan las sociedades, no se restringen ni se circunscriben al tamaño delimitado como problemática social, incluyendo la problemática política y la problemática económica, tal como se interpretó en las corrientes críticas, contestatarias y “revolucionarias”, de la era de la modernidad.  Quizás, podía sostenerse esta interpretación, en los horizontes de la experiencia social moderna, en una primera etapa de la modernidad y del capitalismo; mientras no incidían en la extensidad e intensidad, como ocurrió en las siguientes etapas, incrementándose el impacto cada vez más.  Esta temprana consideración positiva de las formaciones discursivas modernas no deja de ser “ideológica”; solo que la “ideología”, en aquél entonces, no era tan evidente como ahora para la experiencia social. No hablamos de la comprensión e interpretación ni de la “ideología” sociales, tampoco de las posiciones, prácticas y relaciones estructurantes, sino del espesor de la experiencia socialEspesor de la experiencia social hecha de inscripciones sensibles como huellas hendidas en los cuerpos, que son memorias sensiblesexperiencia social que no necesariamente se procesa conscientemente por parte de las sociedades institucionalizadas.











Dinámicas complejas del poder en las ecosociedades
Formaciones-espacio-temporales-territoriales-sociales y dominación


Desde la perspectiva de la complejidad, las dominaciones del sistema-mundo capitalista se ejercen no solamente sobre la sociedad, capturando a las fuerzas sociales que no escapan a la captura, constituyendo la sociedad institucionalizada. Quedando los flujos de fuga de las fuerzas sociales no atrapadas como sociedad alterativa. Sino que se efectúan incidencias e impactos negativos en los espesores ecológicos, sin lograr dominarlos, como dijimos. Esta situación más amplia y más compleja que lo que se observó e interpretó respecto al poder en las formaciones sociales, implica, por su mayor complejidad, replanteamientos en la interpretación de las dinámicas complejas del poder.

Hemos dicho que el poder es parte de la economía política generalizada. Esto es entendido en lo que respecta a los planos y espesores de intensidad sociales. Sin embargo, ¿ocurre lo mismo cuando consideramos la complejidad dinámica ecológica? ¿Podemos hablar de economía política generalizada cuando el contexto dinámico es la ecología o el Oikos, que nos cobija? Vamos a tratar de responder eta pregunta.

Hablamos de economía política al referirnos a la bifurcación efectuada entre lo concreto y abstracto en los planos de intensidad de la sociedad, dándose lugar distintas economías políticas singulares, que valorizan lo abstracto y desvalorizan lo concreto en cuestión, de acuerdo a la referencia. Articulándose todas estas economías políticas en la economía política generalizada integrada. ¿Podemos extender estos procesos y sus efectos en lo que respecta a la complejidad simultánea y dinámica ecológica integrada en el planeta?

No parece factible hacerlo por varias razones. No solo porque no hay sujetos sociales en los ecosistemas, aunque sí, como hemos expuesto en otro ensayo, subjetividades inmanentes, devenidas de las memorias sensibles inmanentes, sino que el poder, las máquinas económicas, las máquinas de guerra, las máquinas políticas, del sistema-mundo capitalista, no puede efectuar esta separación de lo concreto respecto de lo abstracto en el Oikos, de la misma manera que no puede hacerlo respecto a los cuerpos, respecto a las dinámicas corporales. El cuerpo no se separa de su manifestación sensible, de su potencia energética, sino que las mallas institucionales se apropian de parte de las fuerzas de la potencia socialfuerzas separadas de lo que pueden, de su potenciafuerzas convertidas, en condición de capturadas, en poder, que ya es economía política, en su singular valorización abstracta, separada de la potencia concreta. Este fenómeno de la economía política acontece imaginariamente e institucionalmente, sobre la base de la apropiación de energía vital. Esta fenomenología de la economía política generalizada no puede darse en el Oikos o con respecto al Oikos. Primero, porque efectivamente no se da ni en el cuerpo, sino en el sujeto social; en tanto el sujeto es constituido por el poder, por los diagramas de poder. El sujeto es un producto del poder, cuando el poder se inscribe en la superficie del cuerpo y en el espesor del cuerpo. En la superficie del cuerpo como archi-escritura de huellas de la historia política; en el espesor del cuerpo como marcas de huellas genealógicas del poder, ateridas como gramatología de las dominaciones. La subjetividad sumisa, subordinada, moldeada por el poder, emerge de estos traumas. El sujeto deviene en la síntesis dinámica de la heterogénea subjetividad constituida.   

Es en el sujeto, que es la composición edificada de las inscripciones del poder en el cuerpo, que quedan para la memoria sensible, como traumas, que se interpretan simbólicamente a partir de las armaduras culturales; armaduras culturales que adquieren significaciones a partir del lenguaje de las estructuras “ideológicas, que se institucionalizan, cuando las prácticas, acciones y comportamientos del sujeto social devienen en habitus. ¿Cómo impacta el desenvolvimiento destructivo del sistema-mundo capitalista en los ecosistemas, en las memorias sensibles inmanentes, en las subjetividades inmanente? No lo sabemos. No se ha investigado este efecto por parte de las ciencias de la modernidad. Es tarea de las multidisciplinas del pensamiento complejo hacerlo. No podemos, entonces, hablar de economía política cuando el contexto es la biodiversidad. Entonces, ¿qué ocurre? Podemos, al respecto, lanzar algunas hipótesis prospectivas de interpretación.   



Los límites del poder del sistema-mundo capitalista

1.   El sistema-mundo capitalista desconoce la complejidad dinámica y simultanea del Oikos; no conoce ni sospecha de la existencia de las subjetividades inmanentes del Oikos, que emergen de las memorias sensibles inmanentes de las ecologías del planeta. En consecuencia, la economía política generalizada no se extiende a los espesores del Oikos. Sin embargo, sabemos que el sistema-mundo se apropia de lo que la economía llama recursos naturales, depredando, contaminando y destruyendo los ecosistemas. Se apropia de las materialidades de los recursos naturales, convertidos en objetos de explotación, imaginariamenteinstitucionalmente y económicamente. Supone que se apropia de la energía contenida; empero, hay que tener en cuenta que la “ideología” del sistema-mundo reduce la representación de la energía a su condición fluida de fuerza cosificada; la considera también objeto. No comprende que la energía es potencia; por lo tanto, vida, en sentido amplio. No se comunica con la energía, sino solo la usa, sin calcular las consecuencias, pues el sistema-mundo no controla la energía; lo que hace es desencadenar procesos de flujos energéticos que no controla, aunque sí los utilice y canalice mediante sus maquinarias, entre ellas las maquinarias industriales.

2.   La utilización de las fuerzas energéticas cosificadas es medida por la contabilidad capitalista; medida físicamente y convertida esta medida en cuantificación de valor abstracto, de valor de cambio, dinerario, denominado capital. Estos son los recursos del uso capitalista de la energía. Son también los límites de su pretendido control y dominio de la naturaleza.


3.   En consecuencia, más que destruir la complejidad dinámica y simultánea de los espesores ecológicos, lo que destruye, sobre todo, es la relación de las sociedades humanas con el Oikos. Afectando notoriamente a las sociedades, mermando sus capacidades de sobrevivencia. El Oikos, en el desenvolvimiento de las estructuras de ciclos de larga duración, se regenera; la vida se reinventa y se recrea constantemente. Si las sociedades humanas no resuelven este problema de la destrucción sistemática de sus relaciones con el Oikos, la vida se regenerará sin el ser humano.

4.   Otra consecuencia; al final, la destrucción efectuada en los ecosistemas es efectivamente destrucción de las sociedades humanas. Esta destrucción se efectúa principalmente a través los procesos de explotación de base extractivista del sistema-mundo capitalista; que funciona como geopolítica, definiendo dos geografías económicas. Una de ellas, la economía preponderantemente extractivista, en las periferias, con todas las combinaciones singulares que se puedan dar, mediante los despliegues industriales y financieros. La otra de ellas, la economía preponderantemente industrial, en los centros, durante las primeras etapas de la modernidad y primeros ciclos del capitalismo; ahora, en la contemporaneidad, preponderantemente economía especulativa. También la destrucción se efectúa como consecuencia de la contaminación y la depredación, donde juega un papel demoledor el proceso productivo capitalista.


5.   Estos son los límites del poder y del telos, por así decirlo, que proyecta el sistema-mundo como finalidad para el porvenir de las sociedades humanas
















Estado-nación subalterno en los límites del poder del sistema-mundo capitalista

El Estado-nación subalterno de las periferias de la geopolítica del sistema-mundo capitalista, es la institución imaginaria de las sociedades en las latitudes expandidas de las periferias. Se trata de una maquinaria fabulosa, de composiciones complejas singulares, según el contexto, el periodo, la historia política singular, la combinación de cultura propia y la cultura recepcionada del sistema-cultura-mundo. Su función es garantizar la transferencia de los recursos naturales, en las condiciones establecidas de los términos de intercambio, por parte el sistema-mundo político, contenido en el sistema-mundo capitalista. Solo tiene márgenes de maniobra posibles, acotados por el orden mundial de las dominaciones. Aunque se den variedades de formas de gubernamentalidad en los Estado-nación subalternos, el sistema-mundo capitalista, a través de los dispositivos, engranajes y mallas institucionales globalizadas, garantiza la reproducción y acumulación de capital. Pueden darse contradicciones entre algunas formas de gubernamentalidad, por ejemplo, populistas y “progresistas”; empero, estas contradicciones no trastocan ni alteran el funcionamiento de las máquinas de poder, de las máquinas económicas, de las máquinas de guerra, de las máquinas culturales, del sistema-mundo capitalista. A lo mucho que llega estas contradicciones es causar molestias en la hiper-burguesía mundial y en las burguesías nacionales, en la burocracia del orden mundial y en las burocracias nacionales, en la casta de funcionarios del sistema financiero internacional y de los funcionarios banqueros nacionales. Esto ocurre porque la burguesía internacional, su burocracia y sus funcionarios, acompañados por sus homólogos nacionales, no conocen el funcionamiento de sus estructuras de poder, de sus diagramas de dominación y sus cartografías políticas, aunque conozcan el funcionamiento de sus máquinas de poder, económicas, de guerra y culturales; anotando que no calcula sus efectos.

Lo que hay que investigar en los Estado-nación subalternos son sus formas de gubernamentalidad. Estas formas son procedimientos efectivos de la maquinaria abstracta del poder; es donde se realiza efectivamente la idea y la forma del Estado. A propósito, sugerimos una interpretación hipotética de estas formas de gubernamentalidad singulares, teniendo como referente a la formación espacio-temporal-territorial singular boliviana.

Perfil de la gubernamentalidad clientelar

1.   La genealogía de la gubernamentalidad en Bolivia, se constituye en la conquista. Primero, como gubernamentalidad colonial; segundo, como gubernamentalidad liberal, rota intermitentemente, por formas de gubernamentalidad patrimoniales y dictatoriales; tercero, como gubernamentalidad populista, que no deja de ser liberal, empero, trastocada en una mezcla barroca, que la convierte en gubernamentalidad clientelar; cuarto, como gubernamentalidad neoliberal; quinto, en la actualidad, como una renovada gubernamentalidad clientelar, que combina con simulaciones populistas, simulaciones socialistas y simulaciones comunitarias.

2.   La gubernamentalidad clientelar, renovada y reforzada, expandida e intensificada, se afinca haciendo funcionar un conglomerado maquínico; maquinarias barrocas de poder; maquinarias extractivistas de la administración económica y política de la renta que dejan las empresas trasnacionales. Maquinarias de represión, que funcionan acompasadas, a pesar de sus rivalidades gremiales, una; simulando ser un ejército militar; la otra, siendo efectivamente policía. Los dos aparatos de emergencia del Estado funcionan como contra-insurgencia y represión de movilizaciones sociales.


3.   La gubernamentalidad clientelar se caracteriza por sustituir la convocatoria popular por la expansión de las relaciones clientelares. Trayendo a colación, la expansión de las formas paralelas del poder no institucionalizadas, la intensificación de la economía política del chantaje, el uso desmesurado de la demagogia y las formas mezcladas de simulación. Entre las formas de simulación barrocas, se encuentra la comedia de la democracia, refiriéndonos a la democracia formal e institucional, convertida en comedia mediocre.

4.   Siendo ya la gubernamentalidad clientelar una repetida versión, es ya un teatro político, de disminuida calidad, que está más cerca del drama que de la tragedia. En estas condiciones, tiende a generar las formas más grotescas de la violencia, simbólica y descarnada; tratando de ocultarlas con estridente propaganda y desmesurada publicidad. Ilusionándose e ilusionando a sus creyentes, esperando se puede sustituir la realidad con la difusión estereotipada de propaganda y publicidad chabacana.


5.   El ejercicio de la política, en la gubernamentalidad clientelar renovada, tiende a convertirse en un constante forcejeo, en una permanente cadena de empujes y empellones; afrontando los problemas sin tacto ni talento. Alardeando desenfrenadamente, síntoma de su vulnerabilidad e inseguridad, de su pérdida de convocatoria y legitimidad desaparecidas; convertidas en usos utilitarios de la legalidad. Incluso tiende con más inclinación a cometer delitos constitucionales, vulnerando la Constitución, las leyes y las normas; cometido fraudes electorales, en sus últimos periodos de gestión.

6.   En los últimos periodos de gestión, la gubernamentalidad clientelar renovada, en su desesperación, por la crisis política, sentida por su atareada gubernamentalidad, no lograda, recurre a la proliferación de corrupciones, generando, más que en otras formas de gubernamentalidad, la dramática corrosión institucional. Lo único que le queda a mano es mostrar prepotencia, aparentar a gritos seguridad y fortaleza, que visiblemente no las tiene. Arrollar derechos constitucionales, civiles, políticos, sociales, colectivos y derechos de los seres de la biodiversidad, derechos establecidos por la Constitución.


7.   Ante los escándalos desatados, la audacia criolla, ya desgastada, atina a montar tramoyas para desarmar a la “oposición”, que efectivamente no es ningún peligro para la gubernamentalidad clientelar; pues no solamente es débil, sino su “oposición” resulta efectivamente complementaria al “oficialismo”.        Atina a construir, ociosamente, montajes para justificar retrasos y rezagos del programa de gobierno, que, a todas luces, es un evidente incumplimiento de la Constitución. Montar comedias dramáticas pasionales para echar cortinas de humo, cuando se descubren estruendosos escándalos de corrupción y delitos económicos contra el Estado.

8.   Estos síntomas asombrosos, sobre todo, por la magnitud de su intensidad y expansión, correspondientes a las formas paralelas del poder y a la economía política del chantaje, que prácticamente no solo han atravesado las mallas institucionales, sino que, también, las formas paralelas del poder han terminado cooptando a las formas institucionalizadas del poder. Lo que queda es la inercia inútil de las estructuras normativas y la demagogia embustera, queriendo demostrar que se cumple.  
9.   Sumando a esta catastrófica calamidad política, entre las formas de la economía política del chantaje, ha cobrado preponderancia la economía política de la cocaína.

10.       En consecuencia, la crisis múltiple del Estado-nación, en las periferias, la crisis múltiple del Estado-nación subalterno, deriva en la administración improvisada de la crisis política.


11.       En el caso boliviano, esta gubernamentalidad clientelar renovada, adquiere su singularidad propia, debido a los componentes debilitados del gobierno y de la gestión estatal.

12.       La singularidad local de esta gubernamentalidad clientelar en Bolivia, adquiere una tonalidad desalentadora y desmoralizante, porque, a diferencia de otros gobiernos “progresistas”, se ha apostado con ingenuidad supina y petulancia tonta, a la destrucción de las organizaciones sociales, al ahogar sus autonomías de funcionamiento, sin dejar siquiera aunque sea un poco de libertad. También se ha apostado al vaciamiento del partido populista, al no generar ni apoyar la formación de su militancia, que está compuesta, de manera deportiva, como se invita a afiliarse a los hinchas del equipo de futbol, dejándolo como una caja vacía, donde resuena la voz machacona y monótona del caudillo y las voces aduladoras de sus voceros. Sin partido ni organizaciones sociales solventes, convertidas en pantomimas, el gobierno y la gubernamentalidad clientelar quedan expuestos y vulnerables ante las contingencias políticas y económicas. 




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Formaciones espacio-temporales-territoriales-sociales del subsistema-mundo del capitalismo dependiente :: Dinámicas moleculares

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lunes, 30 de mayo de 2016

Subsistema-mundo capitalista de la dependencia

Subsistema-mundo capitalista de la dependencia


Raúl Prada Alcoreza


Subsistema mundo de la dependencia.pdf







Vamos a usar como instrumento metodológico referencial a la teoría de sistemas autopoiéticos, que es parte de la arqueología del saber del pensamiento complejo. Esto para adecuarnos a las connotaciones epistemológicas del concepto sistema-mundo capitalista y del concepto geográfico-político de geopolítica del sistema-mundo capitalista. Ya hemos expuesto nuestra concepción del pensamiento complejo en Episteme compleja. No vamos a volver a repetir nuestras discordancias y diferencias con las teorías de sistemas, así como tampoco nuestros acuerdos y analogías compartidas.

El subsistema-mundo capitalista de la dependencia forma parte del sistema-mundo capitalista; es uno de sus subsistemas.  Las características de este subsistema, denominado países y estados-nación periféricos, en el lenguaje de la teoría de la dependencia, y países del “tercer mundo”, en lenguaje económico desarrollista, es que las relaciones con el resto del sistema-mundo viene básicamente dado por la transferencia de recursos naturales y la recepción de productos manufacturados y “bienes” de capital, por así decirlo, que son como créditos que se pagan a intereses dados. Ciertamente, si esta es la relación y la retroalimentación básica; no termina aquí, hay un conjunto de relaciones y retroalimentaciones que se combinan con la relación básica.

La teoría de la dependencia definía a esta relación o bloque de relaciones como dependencia en el sistema-mundo capitalista, de parte de las periferias, respecto del centro de la geopolítica del sistema mundo capitalista. En su interpretación plantea la siguiente dialéctica de la dependencia: el desarrollo del sistema-mundo capitalista produce el subdesarrollo en las periferias de la geopolítica del sistema-mundo. Podemos decir que esta es la condición histórico-política de la dependencia.

Así como hemos extendido la configuración conceptual del sistema-mundo, definiendo un sistema-mundo cultural y un sistema-mundo político, contenidos en el sistema-mundo capitalista, podemos también ampliar la configuración del subsistema-mundo de la dependencia, considerando estos otros sistemas-mundos. Podemos, entonces, hablar del subsistema-mundo cultural y del subsistema-mundo político. En este sentido, vamos a buscar definir ambos subsistemas.

Subsistema-mundo de la dependencia cultural

En el discurso marxista o filo marxista de la de-colonialidad, se habla, por eso, de la colonialidad, como marca cultural de la dependencia, respecto de la hegemonía y dominación del mundo colonial, que para la formación discursiva decolonial es el “occidente”. Como si una parte del mundo dominara a la otra parte del mundo, partes externas entre sí. Supuesto que hace inexplicable la continuidad de la colonialidad, la dependencia y la dominación. La reproducción de la colonialidad, de la dependencia, de la hegemonía y la dominación, no puede darse sino en el mundo, articulando e integrando sus partes.  No hay colonialidad en el mundo si no se da una colonialidad interna en el subsistema-mundo; esto es hay colonialidad cuando se renuncia a la autodeterminación cultural y civilizatoria. Como hemos optado, por razones metodológicas, el enfoque sistémico, diremos que el subsistema-mundo de la dependencia cultural aparece como un subsistema cultural que, en vez de transferir su bagaje cultural, para enriquecer la dinámica cultural mundial, solo recepciona la cultura homogeneizante y banal del sistema-mundo cultural. Entonces, ¿qué transfiere al sistema-mundo cultual?

¿Transfiere solamente las formas, figuras, signos, de sus armaduras culturales, acumuladas por la memoria social? Vaciadas, entonces, de contenidos y estructuras prácticas, relativas a los habitus de los pueblos locales. ¿Qué significa este vaciamiento y esta transferencia de formas sin contenido simbólico? Diremos que se trata precisamente del carácter de funcionamiento del sistema-mundo cultural, que hemos llamado simulación. Al apropiarse de las formas, de las figuras y de los nombres, hace como que se tratara de un mundo multicultural e intercultural; que también mundializa la cultura. Cuando es precisamente esto lo que no ocurre. En otras palabras, el sistema-mundo capitalista se apropia, despoja y desposesiona, de los recursos naturales y de sus reservas al subsistema-mundo capitalista de la dependencia; empero, bloquea la transferencia cultural; induciendo más bien a convertir al subsistema-mundo de la dependencia cultural a ser meramente pasivo y receptivo de la cultura homogénea y banal del sistema-mundo cultural. Esta situación, simétricamente distinta, de la dependencia; relación donadora de recursos naturales y retenedora de cultura propia, puede iluminar sobre el carácter complejo de la dependencia.

En el segundo caso, el de la dependencia cultural, la dependencia no se da por transferencia sino por todo lo contrario, por la no-transferencia, por la retención cultural. ¿Qué implica este fenómeno paradójico? La dependencia aparece, por lo menos, en dos planos de intensidad, el plano de intensidad de la transferencia económica y el plano de intensidad de la inhibición cultural. La dependencia no solamente es una dependencia económica de la hegemonía y dominación de los centros del sistema-mundo respecto de las periferias del sistema-mundo, sino una dependencia cultural, en el sentido inverso que hemos anotado. Esto lo han expuesto las corrientes teóricas de la de-colonialidad. Nuestra diferencia con el paradigma de la colonialidad es que la de-colonialidad hace hincapié en la dependencia cultural, concebida como geopolítica de los saberes y de los conocimientos, al mismo estilo que lo hace el paradigma económico crítico, que hace hincapié en la dependencia económica. Son dos versiones del mismo estilo de pensamiento, que denominamos pensamiento de la modernidad.

En la perspectiva de la complejidad, ahora, acotada provisionalmente, desde el enfoque de la teoría de sistemas autopoiéticos, hay más de un plano de intensidad; por lo menos, dos planos de intensidad, lo que ya hace un espesor de intensidad, por más mínimo que sea. Esto implica, a diferencia del pensamiento moderno, que supone el determinismo y la causalidad unilineal, en sus interpretaciones y explicaciones, que la combinación de las composiciones dinámicas de ambos planos de intensidad, funcionan de una manera compleja; exponiendo todavía considerando solamente dos planos de intensidad.   Este funcionamiento complejo de las combinaciones de ambos planos de intensidad, no es la co-determinación, que es la hipótesis correctiva de las teorías modernas, incluyendo a las teorías de la de-colonialidad. Tampoco se trata de sobredeterminación, que es la hipótesis correctiva del marxismo. Estas correcciones no dejan de ser deterministas, tampoco causalistas y linealistas. El funcionamiento complejo entre ambos planos de intensidad, plantea lo que llamaremos la sincronización de la dependencia, en la simultaneidad dinámica de la realidad del sistema-mundo capitalista.

Para decirlo de manera sencilla, a pesar de los esquematismo redundantes que connota, diremos que como que se refuerza de manera recurrente y multiplicada, la condición de dependencia del subsistema-mundo capitalista. Dejaremos para después una interpretación más adecuada al pensamiento complejo.
Subsistema-mundo de la dependencia política

Basándonos en la exposición de nuestra interpretación del sistema-mundo político, que consideramos relativo al orden mundial de las dominaciones, diremos que el subsistema-mundo de la dependencia política, desde la perspectiva de la teoría de sistemas, tampoco transfiere su experiencia social política, no aporta su contenido político, sino que también, como en el anterior caso, lo retine y lo practica solamente en su Estado-nación; en la mejor condición, incide en el entorno y en la región. Es el sistema-mundo político el que define las reglas del juego político en el mundo y establece las políticas ejercidas para el mundo y para cada uno de los Estado-nación. La repercusión es parecida al anterior caso; se refuerza la dependencia, de una manera recurrente y multiplicada. Ahora, que consideramos tres planos de intensidad, el económico, el cultural y el político, la complejidad de la combinación de las composiciones dinámicas entre el subsistema-mundo de la dependencia y el sistema-mundo dominante, el funcionamiento aparece de una manera más compleja.

El sistema-mundo no solamente incide en la dependencia económica y en la dependencia cultural, sino también en la dependencia política. Las implicaciones de esta múltiple dependencia, no solamente tienen que ver con el reforzamiento, la recurrencia y el efecto multiplicador de la dependencia, sino que ésta adquiere la condición de mecánicas y dinámicas de las estructuras de sumisión y subordinación, en lo que respecta a las relaciones entre el subsistema-mundo y el sistema-mundo. La complejidad de la dependencia deviene complejidad de la sumisión y la subordinación. Parafraseando a la teoría de la dependencia, diremos que el desarrollo capitalista del sistema-mundo no solamente produce el subdesarrollo de las periferias, sino también produce la sumisión y la subordinación de las periferias. La paradoja de la dependencia y dominación entre el subsistema-mundo y el sistema-mundo se da pues en esta paradójica dinámica de la dependencia. La dominación se efectúa, se aposenta, precisamente en la generación de las dependencias. En otras palabras, el sistema-mundo produce dominaciones porque precisamente en sus entrañas produce dependencias. 

Ahora, después de estas definiciones desplegadas, vamos a bosquejar la configuración compleja del funcionamiento de las estructuras, relaciones, prácticas y operaciones de clausura del subsistema-mundo capitalista de la dependencia.



Anti-poiesis del subsistema capitalista de la dependencia

Una de las consecuencias de la dependencia compleja del subsistema-mundo capitalista de la dependencia, es esta fenomenología y genealogía de la anti-poiesis. La anti-poiesis vendría a ser todo lo contrario de la poiesis, que significa creación. El subsistema-mundo se reduciría a una reproducción social negativa o, mejor dicha, a una práctica negativa; esto es, a la anulación de la creación social; en otros términos, a la anulación de su potencia social.

La paradoja entonces es que el sistema-mundo se reproduce y se desarrolla porque el subsistema-mundo muere. Empero, esta paradoja, como bumerang diferido, deriva en la paradoja de la muerte, no en la paradoja de la vida. Ocurre como si un cuerpo viviera debido a la muerte de sus órganos; lo que no es posible bilógicamente, ni corporalmente. Empero, como nos referimos a una corporeidad institucional, a una maquinaria abstracta e institucional, que no tiene vida propia, sino la adquiere absorbiendo capturando la vida de las fuerzas sociales atrapadas por sus mallas institucionales, la reproducción del sistema-mundo no es vital, sino artificial, acompañada por la reproducción imaginaria de sus “ideologías”.


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sábado, 28 de mayo de 2016

En torno a la complejidad del sistema-mundo

En torno a la complejidad del sistema-mundo


Raúl Prada Alcoreza


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La pregunta principal que nos hemos hecho es: ¿Cómo funciona la complejidad, sinónimo de realidad? Esta pregunta no ha sido respondida. Lo que se ha dado son aproximaciones a través de bocetos, que hemos denominado andamios provisionales, que son como herramientas de apoyo para ayudar en la edificación del pensamiento complejo. Quizás de los acercamientos conceptuales, por cierto hipotéticos, uno de ellos tiene que ver con el concepto, ya complejo, de simultaneidad dinámica. Otro de los conceptos, que deriva del anterior, como consecuencia lógica, es el de sincronía integral.  A lo largo de los ensayos - que exploran en el tejido del espacio-tiempo de la episteme compleja, recorrido que puede ser tomado como proceso, por así decirlo, usando este término como metáfora - también se han sugerido hipótesis interpretativas; en este caso, ya son numerosas. No las vamos a citar, pues sería una lista larga; se las puede encontrar en los ensayos[1]. Empero, lo que si vamos a hacer es mencionar lo que podemos considerar las hipótesis interpretativas inaugurales de los bocetos teóricos que siguen. Una de estas hipótesis es que la materia es vida. Propusimos que la vida, en sentido de memoria sensible, en consecuencia, subjetividad inmanente; es decir, saber, inteligencia, cálculo, proyección anticipada al hecho mismo, en condición inmanente, se encuentran ya antes de las células, en otras palabras, de la vida, en sentido orgánico; se encuentran en las macromoléculas, que crearon la vida. Lograron retener la energía, que supuestamente se dispersa como entropía, conformando la neguentropía. De este modo, después, sugerimos que si la vida, en sentido amplio, abarcando a la existencia misma, aunque se dé de distintas formas inmanentes, en diferentes modalidades, con desemejantes estructuras y relaciones asociativas, que la vida se encuentra ya en los átomos y, de esta manera, en las partículas infinitesimales, creadoras de lamateria. Interpretando estas hipótesis teóricas auscultadoras, sugerimos que todo lo que tiene el ser humano, sus facultades, sus capacidades, en sentido integral, su potencia, ya se encuentra en la existencia, pues, de otro modo, no podría haber explicación del ser humano y de sus atributos.

El otro concepto estructurante es el de tejido espacio-tiempo-territorial-social, que deriva del concepto físico del tejido espacio-tiempo, propuesto por la física relativista. Este concepto se sustenta en la interpretación que reflexiona de este modo: La sociedad se encuentra en el mundo, el mundo, en su complejidad integral, es el planeta; el planeta se encuentra en el pluriverso, en sus distintas escalas; entonces, si en el espesor dinámico en el que nos movemos es el tejido del espacio-tiempo, la biodiversidad y las sociedades orgánicas, entre ellas las sociedades humanas, forman parte del espacio-tiempo; en consecuencia, podemos especificar el concepto como tejido espacio-tiempo-territorial-social.

En otros ensayos posteriores, intentamos avanzar, en la construcción de andamios, considerando estos conceptos y estas hipótesis interpretativas. Por ejemplo, propusimos, un poco a ciegas, iluminándonos como con una linterna en la penumbra, otras perspectivas, pretendidamente complejas, para interpretar las sociedades humanas; uno de estos conceptos es el correspondiente a la sociedad alterativa. Dijimos que la sociedad alterativa preserva la potencia social, pues escapa a la captura de las mallas institucionales del Estado; genera flujos de fuga, abriendo recortes de espacios-tiempos concretos, no controlados por el poder. La parte de las sociedades capturadas por el poder, la llamamos sociedad institucionalizada. Aunque estos conceptos, no son, en sí, por así decirlo, conceptos complejos, sino, mas bien, tienen analogías con los conceptos esquemáticos dualistas de la episteme de la modernidad, de todas maneras, la composición de estos conceptos, su estructura categorial, es, de manera diferente, compleja; pues se conforma en la pluralidad y multiplicidad de singularidades. Son tomados como acontecimientos.

En relación a los problemas que plantean las teorías de la física relativista y la física cuántica, como por ejemplo, la composición y combinación de lo que denominan las fuerzas fundamentales del universo, contando con el reconocimiento de que todavía no se ha llegado a la teoría unificada, que explique la combinación de las fuerzas fundamentales, confesando que no se ha llegado a explicar, entre estas fuerzas, la fuerza fundamental de la gravedad, nos pareció pertinente asumir la teoría de las cuerdas, que es la teoría que más ha avanzado en lo que respecta a la construcción de la teoría unificada y de la explicación de la fuerza fundamental de la gravedad.

A partir de esta profunda intuición del pluriverso, por parte de la física contemporánea, sugerimos comprender a las sociedades, desde la perspectiva de las cuerdas, concebidas en topologías complejas que se manifiestan como vibraciones y ondas. En Flujos-espesores[2] tenemos un ejemplo de estos intentos prospectivos. Por otra parte, se puede mencionar a un conjunto de hipótesis intermedias, que tratan de conectar los andamiajes, que todavía aparecen como sueltos, que se encuentran en los demás ensayos. Así también podemos mencionar a las hipótesis prospectivas intermedias, que cumplen un papel parecido. Fuera de estos ensayos, aparecen otros ensayos, que hemos confesados que son especulativos, que tratan, por lo menos, de dibujar posibles bosquejos de nuevos andamios, para contar con algo parecido a un corpus teórico.

Este breve balance de nuestros recorridos recientes, en la aventura auscultadora de la perspectiva de la complejidad, tiene el propósito de tenerlo como antecedente, si se quiere teórico, antes de entrar al tema de este ensayo; el que presentamos, que tiene el propósito de tratar de sugerir un diseño de interpretación integral de cómo funciona el sistema-mundo, desde la perspectiva de la complejidad.
















Complejidad integral del sistema-mundo

1.   Son las constelaciones de singularidades, en el tejido del espacio-tiempo-territorial-social, en distintas escalas, las que crean el sistema-mundo.

2.   Al mismo tiempo, desde la perspectiva de la simultaneidad dinámica, el mundo o los mundos, reconfiguran a las singularidades componentes. Cuando se llega, por así decirlo, al sistema-mundo, éste reconfigura a los mundos y a las singularidades componentes.


3.   Hay que entender que cada singularidad, en sus distintas escalas, es una composición compleja singular, incluso lo que podemos denominar filosóficamente mónadas; por ejemplo, los individuos. Aunque este concepto, el de individuo, sea un concepto moderno discutible, pues el mismo individuo se divide, es otra composición singular compleja. No hay pues una singularidad pura fundante, por así decirlo, última. Este es un tema, también, no resuelto por la física cuántica, que no ha encontrado una partícula pura, por más infinitesimal que sea, pues es también una composición de asociaciones de partículas más infinitesimales todavía. Aunque la teoría de la cuerdas conjetura que son las cuerdas las que componen a las partículas infinitesimales.

4.   Si fueran las cuerdas el fundamento, por así decirlo, la misma geometría, la misma topología, cambian completamente. Como dicen algunos teóricos de la teoría de las cuerdas, debemos concebir un universo de once dimensiones; cuatro desplegadas y siete plegadas.


5.   ¿Hay que hacer algo parecido, para comprender a las sociedades, desde la perspectiva de la complejidad?  Aunque usemos como metáforas los conceptos de cuerdas, de vibraciones y ondas, para comprender a las sociedades, resulta complicado imaginar, en este caso, composiciones macro de bloques complejos de cuerdas, que conforman las composiciones singulares básicas del acontecimiento social. Por lo tanto, lo que hemos hecho respecto al análisis de las sociedades, en la condición en las que se encuentran en el presente, es desplegar acercamientos, mediante proyecciones figurativas, es decir, metafóricas, desde el zócalo físico de la episteme de la complejidad. Estas proyecciones se sostienen mediante la retoma de conceptos configurados por las teorías nómadas, que para nosotros forman parte del pensamiento complejo, aunque no piensen de la misma manera, los teóricos de la complejidad. También se apoyan en conceptos elaborados por las teorías críticas de la episteme de la modernidad. De esta manera, tenemos un boceto hibridomutante, de aproximación a la perspectiva de la complejidad.

6.   Conjeturamos que una consecuencia teórica de esta aventura auscultadora, en lo que respecta al análisis de las sociedades, comprendidas como parte de la biodiversidad, por lo tanto, como conformaciones vitales en los ecosistemas, en ecologías complejas, lo que podría ser como bloques de macro-cuerdas molares, no son instituciones sociales, como la familia, la comunidad, las bandas, las sociedades iniciales; éstas ya son composiciones complejas singulares simbolizadas, significadas, interpretadas y asumidas socialmente; sino algo anterior a las mismas instituciones. Este algo, entendido como si fuese macro-cuerda molar, manifestada como vibración y onda; no es tampoco exactamente social, aunque sea propenso a lo social. Se trata, entonces, de composiciones de macro-cuerdas molares, manifestadas en las tonalidades de vibraciones y de ondascombinaciones de composiciones complejas, que todavía se encuentran en condición biológica, aunque también se manifiestan en la condición de tránsito, por así decirlo, a lo social y a lo institucional.


7.   Sugerimos que esta composición compleja integrada singular molar aparece como predisposición a lo social. Predisposición que puede encontrarse, en condición de dinámica molecular y orgánicaexpresándose, virtual y químicamente, como información en el gen humano, también en los genes de los seres orgánicos. Empero, como el gen no existe sino en los cuerpos vivos, en sentido biológico, aparece manifestado o realizado en los cuerpos, como predisposición corporal a la asociación complementaria. ¿Qué clase de vibración y que clase de energía sustenta esta fenomenología?

8.   Si retomamos nuestra tesis espinosista de que nadie sabe lo que puede el cuerpo, podemos sugerir que el cuerpo sabe lo que tiene que hacer, aunque esto no sea consciente en el ser humano

  
9.   El humano en tanto humano nace, por así decirlo, cuando interpreta lo que ocurre, cuando simboliza el acontecimiento. ¿Cuándo ocurre esto y de cómo? Esta es tarea de la multidisciplina compleja, que conjunciona a la biología, a la arqueología, a la antropología y a la sociología; para dar una pequeña lista, que, obviamente puede ser más grande.

10.       Entonces, se suponen, por lo menos, tres momentos o componentes integrados, que tienen que ser considerados desde la perspectiva de la simultaneidad dinámica; el momento biológico, el momento corporal y el momento social.


11.       En consecuencia, lo social, desde la perspectiva de la complejidad, no puede ser comprendida desde la perspectiva analítica reductiva, que aísla a la sociedad para estudiarla, visualizándola como en un plano de intensidad; en el mejor de los casos, en un espesor de intensidad. Tiene que ser comprendida en la composición compleja de estos momentos integrados. Por eso, hablamos de eco-sociedad o de eco-sociedades.

12.       Otra consecuencia, volviendo a la conjetura del bloque de macro-cuerdas molares, de composiciones complejas de macro-cuerdas, éstas responden a la combinación integral de estos momentos articulados. Son bloques de composiciones de macro-cuerdas básicas, que hacen a la compleja composición ecológica. Las sociedades, entonces, funcionan, viven, habitan, se reproducen, como acontecimiento vital, que articula e integra sincrónicamente las distintas dimensiones ecológicas.


13.       Así que ha sido un desatino analítico, separar cuerpo de espíritu, para concebir al hombre; también es un desatino analítico de la modernidad, separar ecologíacorporeidades sociales y sociedad, esta última concebida solo en el plano de intensidad social, reducido a la composición de las relaciones, de las estructuras y de las instituciones. Con este procedimiento analítico y metodología reductivos, la sociología ha visualizado solo efectos sociales, efectos de multiplicidades singulares masivas. Sin embargo, a pesar de estas reducciones de la complejidad, se ha elaborado interpretaciones teóricas, no solamente descriptivas, sino también explicativas, de causalidades sociales. Que, ciertamente no han logrado explicar los acontecimientos sociales, aunque sí, hayan descrito el comportamiento de las relaciones, de las estructuras y de las instituciones. 

14.       Quizás esta sea una de las razones de los equívocos políticos, en sentido restringido, así como de las disfuncionalidades de las instituciones, que, en vez de servir al potenciamiento social, lo inhiben; optando por las variadas tonalidades de violencia, para domesticar, docilizar, disciplinar y controlar a las sociedades.

15.       Para decirlo, un poco irónicamente, por eso, parece que el pensamiento complejo es requerido urgentemente, para corregir estas grandes falencias institucionales.


16.       Falta entonces comprender la complejidad de los ciclos vitales de la biodiversidad, en la complejidad singular de relaciones abigarradas, que aparecen en la integración ecológica, territorial, biológica, corporal y social.

17.       Es probable, que cuando logremos comprender esta complejidad dinámica e integral ecológica, recién entendamos las atrocidades que cometen las sociedades modernas, afectando a los ciclos vitales y destruyendo sus propias condiciones vitales de vida.


18.       Sin embargo, las sociedades institucionalizadas, los estados, el sistema-mundo capitalista, se resisten a abrirse a la comprensión de la complejidad; lo que se ha convertido en un gran muro de obstáculos, peligrosos para la sobrevivencia.

19.       Siguiendo con las hipótesis interpretativas del sistema-mundo, podemos sugerir lo siguiente: La sociedades se encuentran como atrapadas en mallas institucionales ateridas a sus corporeidades sociales, reteniendo su potencia social, absorbiendo parte de la energía social, para la reproducción de las mallas institucionales; lo que hemos denominado la maquinaria fabulosa del poder.


20.       Liberar la potencia social implica desmantelar esta malla institucional aterida de captura y de retención.

21.       Ahora bien, ¿cómo funciona el conjunto integrado de las mallas institucionales, que hemos denominado sistema-mundo? No es solamente la violencia, en todas sus gamas, desde la violencia simbólica hasta la violencia física, y la “ideología”, lo que puede explicar el fenómeno de capturaretención y reproducción sistemática del poder. Se puede sugerir una multiplicidad de efectos ecológicos, en lo territorial, en lo biológico, en lo corporal y en lo social. Para decirlo resumidamente, el efecto territorial de la captura institucional repercute en los ecosistemas; el efecto biológico de la captura repercute en la composición biológica. Aquí aparece un problema, ¿afecta al genoma humano? ¿De qué manera, si es que lo afecta? ¿Inhibe sus capacidades? Yendo más lejos, ¿el genoma ha decidido, por así decirlo, la aniquilación del ser humano debido a su incapacidad de articularse, adecuarse y complementarse con los ciclos vitales de la biodiversidad?, ¿o, mas bien, la información, recepcionada por el genoma, obliga a una reprogramación por parte del genoma? Por ejemplo, ¿las nuevas generaciones contendrán en sus cuerpos la información y el saber no-evocativo, no necesariamente consciente, de responder a la agresión institucional? Por lo tanto, ¿los cuerpos nacerán con la capacidad intuitiva y de comprensión inmediata de la totalidad de la complejidad social y, en consecuencia, actuar en defensa? Otra consecuencia, ¿se esperaría un trastrocamiento de los ámbitos de relaciones, estructuras e instituciones sociales? Aunque estas hipótesis implícitas en las preguntas, suscitan analogías con el formato simple de las tesis mecánicas, en principio, sirven, para conjeturar campos de posibilidades. Ciertamente quitándole a la interpretación la perspectiva de la simultaneidad dinámica y de sincronización integral. Evidentemente no podríamos hablar de repercusiones en lo social, sin tener en cuenta la predisposición de las voluntades singulares.

22.       La constelación “ideológica” de la modernidad se hace la idea de que controla el mundo; es decir, el planeta, que no conoce en su complejidad integral y dinámica. Este imaginario le sirve para legitimar las actuaciones, acciones y desplazamientos técnicos destructivos, contaminantes y depredadores de la biodiversidad. Sin embargo, al hacerlo, no solamente socava sus propias condiciones de posibilidad de vida, sino que, al hacerlo, disminuye la capacidad de información, por lo tanto, de saber y de conocimiento; además de repercutir negativamente en las capacidades y alcances de las ciencias y las tecnologías. Exagerando un poco, empero, para ilustrar, lo único que se ha hecho es desarrollar las tecnologías destructivas. No se comprende que estas estrategias son suicidas, apuntan a la propia destrucción de las sociedades.


23.       No creemos que lo que decimos sea otra versión de la narrativa apocalíptica. Basta observar y meditar sobre las huellas ecológicas y sus repercusiones destructivas. Basta, también, meditar sobre el sin-sentido de una sociedad institucionalizada, que se ocupa de acumular, en su aritmética contable, la cuantificación sesgada de la acumulación de capital; empero, sin contar los costos transferidos a los ecosistemas. Basta tomar en cuenta que, a pesar de la capacidad científica y tecnológica lograda, así como del alcance de la organización mundial de los estados, sea una sociedad-mundial que ha incrementado las magnitudes de las desigualdades, de las estructuras discordantes de las sociedades. Sin resolver problemas sociales resolubles, como el hambre, la pobreza extrema, la persistencia absurda de las guerras, la contaminación galopante y depredación expansiva, así como el desborde de los odios. Basta tener en cuenta los perfiles desdichados de los sujetos constituidos, incluyendo a los sujetos de las clases privilegiadas.   No hay perspectiva a largo plazo, ni mucho menos que sea alentadora respecto del porvenir de esta sociedad mundial institucionalizada. ¿Por qué se insiste en seguir reproduciéndola con todas las consecuencias desastrosas que contrae?

24.       No vamos a responder a esta pregunta; de manera general, lo hemos hecho en otros ensayos[3], sugiriendo hipótesis interpretativas. Por supuesto que reconocemos el aporte valioso de las teorías más completas, expuestas en los distintos términos de descripcióninterpretación y explicación, dados en el umbral de la episteme moderna; son las teorías de la historia de los ciclos largos del sistema-mundo capitalista. Sin embargo, no queremos volver a interpretar - ya lo hemos hecho - recurriendo al bagaje de estas teorías; que, de todas maneras, las asumimos como una gran herencia y transmisión de conocimientos. Queremos intentar hacerlo desde la perspectiva de la complejidad. A pesar de que contamos con información menguada, pues no se han hecho investigaciones al respecto, desde la perspectiva de la complejidad. Sin embargo, lo hacemos, porque creemos que es indispensable hacerlo, considerando la gravedad de la situación de las sociedades humanas y del planeta, en la álgida actualidad. Por lo menos, queremos poner en mesa y en el debate, estas consideraciones provocadoras.


25.       Volviendo a la pregunta, ¿cómo funciona el sistema-mundo?, sugerimos el siguiente bosquejo:

a)   El sistema-mundo funciona y logra la integralidad en el plano de intensidad económico, incluyendo al plano de intensidad social, reducido, como dijimos, a los ámbitos de relaciones, estructuras e instituciones. Funciona así con repercusiones trastrocadoras, sobre todo, relativas a la homogeneización y a la banalización en el plano de intensidad cultural. Consolidado sus mallas institucionales ateridas y anacrónicas.

b)   Dejando de lado, sin contemplar, los otros planos de intensidad y espesores de intensidad, que hacen al planeta, integralidad compleja de combinaciones y composiciones singulares articuladas.

  
c)   Al no tomar en cuenta la complejidad dinámica de la biodiversidad, se ilusiona con sus interpretaciones segadas, asumiendo que la evaluación histórica es positiva; por ejemplo, en toda la gama de teorías relativas al paradigma evolutivo, incluyendo a las teorías del desarrollo. Cuando una evaluación, por lo menos, aproximativa a la comprensión de la complejidad, incluso una evaluación no compleja, como la de las primeras versiones ambientalista e iniciales de la ecología, muestra todo lo contrario. Que lo que llama evolución tiene un alto costo vital, de mucha incidencia destructiva. Esto no quiere decir, de ninguna manera, que era mejor que nos quedemos como estábamos, en un principio, como en los primeros términos que el humano frecuenta. Sino que las rutas, abarcando la complejidad de los planos y espesores de intensidad, podrían haber sido distintas, no sesgadas, ni remitidas a la selección arbitraria de conocimientos incompletos y pretensiosos.

d)   En consecuencia, se podría decir que, aparentemente, se han logrado avances, en los planos seleccionados mencionados; pero, a costa de la destrucción o inhibición de otros planos y espesores de intensidad. Este descalabro no es un avance, desde la perspectiva de la complejidad, sino una irracionalidad, por decirlo de esa manera, pues el costo es demasiado grande y peligroso, al socavar las condiciones de posibilidad de la vida. No hay nada de que alegrarse respecto de este estilo de sociedad en el presente.


e)   Entonces, el sistema-mundo es integral, solamente en estos planos de intensidad seleccionadossistema-mundo que se presenta como un orden mundial, una geopolítica del sistema-mundo capitalista, un sistema-mundo-cultural, un sistema-mundo político, que articula las dominaciones en escala mundial.

f)    Los Estado-nación forman parte del orden mundial, las economías nacionales forman parte de la economía-mundo capitalista. Las culturas nacionales, aunque todavía sean abigarradas, ya forman parte de la cultura-mundo.


g)   Los gobiernos, sean neoliberales o progresistas, forman parte de las dominaciones y subordinaciones paradójicas y perversas del orden mundial. Moviéndose en los márgenes definidos por el orden mundial.

h)   Los discursos, que parecen contestatarios al orden mundial, ya sea en versión de “ideologías” antiimperialistas o “ideologías” anti-occidentales u otras formas culturalistas o religiosas, son recicladas en las formas cambiantes de legitimación de las dominaciones, sintetizadas en el orden mundial.


i)     Con todo esto, no se concluye, de ninguna manera, que no hay salida, sino que por esta ruta no se puede seguir, la del círculo vicioso del poder.

j)    Si bien las revoluciones han cambiado el mundo, sin embargo, los estados constituidos, por estas revoluciones, se han hundido en sus profundas contradicciones. Han ampliado el pacto social, ampliando los derechos democráticos, incluyendo la mejora en las inclusiones y participaciones acotadas de los ciudadanos; empero, al final, el resultado es un sistema-mundo más consolidado y más amenazante.


k)   Lo más grave de la situación es que la hiper-burguesía, que domina el mundo, tiene como salida de emergencia a la crisis estructural del capitalismo la opción de la guerra a escala mundial. Guerra, que por la capacidad alcanzada de destrucción masiva de la tecnología de guerra, va a repercutir irremediablemente en consecuencias catastróficas. Ésta es una salida de emergencia, que indica, claramente, que la hiper-burguesía prefiere desaparecer y hacer desaparecer el mundo, antes que entregar su dominio al conjunto de los pueblos sublevados. La otra salida, de menos impacto, es la guerra mundial de baja intensidad, que ya se ha comenzado a efectuarla. Aunque guerra diferida, su desenlace también puede ser desastroso, aunque los efectos se los sienta diferidamente.

l)     ¿Cómo parar esta marcha al apocalipsis? Como dijimos en otro ensayo, está en manos de los pueblos. Hasta ahora se ha dejado hacer lo que quieran los gobiernos, incluyendo a las organizaciones internacionales, que son una especie de coordinación mundial de los Estado-nación, bajo control, dominio y hegemonía de las potencias centrales del sistema-mundo capitalista.  La clave de esta estructura de poder mundial se halla en la renuncia de los pueblos a su propia potencia social, delegando sus voluntades singulares, su voz y la posibilidad de la construcción colectiva de las decisiones. En consecuencia, hay corresponsabilidad de los pueblos en lo que sucede y en lo que pueda suceder.



[1] Ver Episteme compleja; también Signo-movimiento; así mismo, Antiproducción; también Diseminaciones. Después, Flujos-espesores, así como Dinámicas corporales y sociales. Dinámicas moleculares; La Paz 2013-16. También Corporeidades intensas; La Paz 2016. http://dinamicas-moleculares.webnode.es/news/signo-movimiento/http://dinamicas-moleculares.webnode.es/news/antiproduccion/http://dinamicas-moleculares.webnode.es/news/diseminaciones/http://dinamicas-moleculares.webnode.es/news/flujos-espesores/https://pradaraul.wordpress.com/2016/05/01/dinamicas-corporales-y-sociales/.
[2] Ver Flujos-espesores. Dinámicas moleculares; La Paz 2016. Ob. Cit.
[3] Ver Ahora y aquí. Dinámicas moleculares. La Paz 2016.


Leer más: http://dinamicas-moleculares.webnode.es/news/en-torno-a-la-complejidad-del-sistema-mundo/