Carta anticipada a Mía
Luna
Raúl Prada Alcoreza
Dedicado a mi nieta que viene
Vamos a exponer sobre los temas tratados, y que son de
nuestras preocupaciones, pero, ahora, no de una manera racional, por así
decirlo, sino desbordando, hablando desde la intuiciones del cuerpo, que se expresa de una manera
intensa, sin importarle las argumentaciones. No hacemos ninguna apología de este estilo, ni decimos que
es mejor que el otro, que expone, aunque intempestivamente, de una manera
ordenada sus argumentaciones. Solo lo hacemos, porque las intensidades
impetuosas desbordan; además por curiosidad, por saber hasta dónde llegan estas
emociones.
Una carta anticipada
¿Cómo hablarte? ¿Cómo escribirte? No has nacido aún;
pero, pronto nacerás. Serás parte del mundo efectivo. ¿Cómo contarte que este mundo, en el que naces, es hermoso; pero,
también problemático? Es posible que lleves, en tu sangre, para decirlo
metafóricamente, la rebelión de tu tátara abuelo Francisco Xavier, rebelión,
que en parte, he heredado. Como decirte, que, a pesar de las certezas de las
rebeliones, las instituciones imponen
una realidad inventada, oficial; pero, que condiciona nuestros comportamientos.
No es que estemos equivocados del todo o en lo correcto del todo. Sino, que no
puedo decirte que la rebelión es la clave de la historia cambiante de las sociedades humanas. Pues, no sabemos a
ciencia cierta si esto ocurre, debido a que los desenlaces dependen de la
correlación de fuerzas. Tampoco puedo decirte que seas cauta, que acates las
reglas, aunque no creas en ellas, pues es la forma de condescender con el statu quo. Pues tampoco sabemos que esto
es cierto. Pues, como depende de la correlación de fuerzas, no sabemos por qué
lado se inclina esta correlación.
¿Qué te puede decir tu abuelo, dándote un consejo? Si
algo he aprendido, lo poco que uno puede aprender, es que no hay verdades que blandir como banderas en la
cara de otras gentes. Solo aprendemos. ¿En esta circunstancias cómo
comportarnos? No hay respuestas. Lo importante, parece, es la sinceridad, la transparencia, la
honestidad, también la humildad,
ante lo que tenemos que aprender, lo desconocido. Pero, el coraje, ante las
pretensiones de verdad, de saber absoluto, que coincide con las
pretensiones representativas del poder.
Llegaras al mundo
con los poros abierto, preguntando de todo, del porqué de todo, del cómo; nos
volverás locos con tus preguntas. No sé cuántas responderemos. Lo importante no
parece estar en nuestras respuestas, sino en cómo las recepcionas. No creo que
nos creas completamente. Esta diferencia es la que te motiva investigar por
cuenta propia. Si esto ocurre, inicias tu propio camino y caminar.
Quizás esto sea lo más importante, tu propio camino.
Sin imitar a nadie. Sin seguir consejos, después de haberlos escuchados. Sirven
para reflexionar; pero, la única que decide eres tú. Por eso mismo, sin querer
inducir, sin querer lanzar ninguna verdad, porque no existen, salvo en el
imaginario, sino como lanzando una experiencia; lo que sí parece innegable es
la vida, la imprescindible y
necesaria vida. Pues somos eso, vida. Lo primero que importa es la vida. Hay que defenderla frente a todo
lo que la ataca. Hay que defender la vida que tú eres y que todos somos, los
humanos, los seres orgánicos, biológicos; también, según tu abuelo, también la materia del pluriverso, la luminosa y la oscura; la energía luminosa y la
energía oscura. Pues cree que la vida
está en la materia y en la energía. No importa si le crees o no
estas especulaciones a tu abuelo. Lo que importa es la valoración y la
importancia que le des a la vida.
No importa si le crees o no a tu abuelo. A lo mejor
exagera y se exalta. Lo importante es que parece que debemos defender lo único
que nos hace posibles, la vida. En tu
periodo y quizás época, a lo mejor son otras las discusiones y debates, los
paradigmas en uso, y lo que digo suene a romanticismo anacrónico y trasnochado;
a lo mejor estén de acuerdo en lo esencial, y les resultan un tanto ingenuo los
enunciados trasmitidos. Puede ser, pero, lo que no creo que podamos revisar, es
la defensa y potenciamiento de la vida.
Al respecto, de la vida, otras cosas que he aprendido
- no sé cómo te parecerán – tiene que ver con la relaciones con lo demás y con
los territorios que habitamos. Parece que estas relaciones se materializan,
según el sello que les imprimimos. Lo que llama la atención es que las
sociedades humanas se han dejado llevar por la inclinación por las relaciones
de dominación. Parece que esta
tendencia, este ámbito de relaciones, ha afectado a las relaciones mismas. Que
ya no son concebidas como complementarias, sino como relaciones productoras de
ventajas comparativas. Al respecto, me parece una pérdida de tiempo, estas
consideraciones, pues qué se gana con las relaciones de dominación. Prestigio,
honor institucional, riqueza, reconocimiento institucional, fama mediática;
pero, todo esto no es más que provisional y banal. Se ha respondido a las
pretensiones, al orgullo, al imaginario narciso; pero, no se ha logrado la
satisfacción plena, que podemos llamarla felicidad.
Por eso, parece, que uno de los secretos de la armonía en el Oikos, el planeta, nuestra casa, es la honestidad, la transparencia,
la espontaneidad; desechando la simulación, el montaje, el teatro, a lo que se
acostumbra la sociedad institucionalizada. La potencia se libera cuando
abrimos las compuertas del cuerpo,
cuando nos expresamos transparentemente,
con honestidad, expresando lo que
sentimos y lo que reflexionamos. Esto quizás sea ser lo que una es, sin
ocultar esta bella singularidad en la
imitación de lo que quieren las
instituciones.
Seguramente pasaras muchas etapas, como las pasamos
todos y todas. Cada una de ellas, será, aparentemente diferente; en ellas
aprenderás del mundo y sus
alrededores; aprenderás, poco a poco, lo que es ser mujer, en este milenio, el del 2000, que comienza. Lo
importante es que seas tú la que defina estos aprendizajes; no las verdades institucionalizadas, que parece
son las que siempre se equivocan.
Tú serás lo que quieras ser. Esto es lo importante. Al
respecto, no te dejes intimidar por nada, aunque parece que nada te va
intimidar. Inventa tus propias relaciones con el mundo; esta es la manera de inventar
al mundo.
Sea lo que sea lo que quieras ser, lo que parece
importante es la libertad. La libertad de decidir, de acuerdo a las razones y emociones propias. Que no hay
que confundir con el despliegue de manifestaciones estridentes de ostentaciones
bulliciosas, que quieren mostrar la exacerbación de la libertad supuesta; pero, lo que ocurre es que muestran su esclavización respecto a la demanda publicista de reconocimiento
banal. La libertad no es ostentación,
tampoco alarde, es el despliegue de la voluntad
de lo que se desea, de lo que se
quiere. Esto te lo digo, porque, en mi corta experiencia, he visto lo mucho que
se hace caso a la demagogia.
Como abuelo, deseo que nada afecte al libre
desenvolvimiento de tu composición
corporal y subjetiva. Que crezcas libre, decidiendo tú la intensidad y extensidad de los
recorridos que harás. Al respecto, te tengo que aconsejar que no creas en las
locuras de tu abuelo, que se arronjó, en momentos azarosos, como si fueran las coyunturas fundamentales y
determinantes. Nada de locuras y romanticismos exaltados. Si estos es necesario
que se dieran, es menester que se
den, en el ámbito de comprensiones de
los acontecimientos que nos
envuelven. No, como tu abuelo, que de alguna manera creyó, que su impulso, sus
ímpetus, sus emociones, sus actos, podían cambiar el mundo, inventando otros. Nadie es importante, como lo que suponen
estas narrativas heroicas. Lo
importante es la vida, sus ritmos,
sus potencias. Lo que importa es que
lo que hagamos aporte al potenciamiento de la vida.
El consejo es el siguiente, no creo que sea el único,
pero te lo doy:
No creas en nadie ni en tu abuelo. Sopesa lo que
decimos desde tu propia experiencia.
Vive tu momento, tu presente, con
intensidad. Ustedes han heredado los problemas que las generaciones pasadas no
han podido resolver. No son difíciles de resolver. Es la tozudez de las
generaciones pasadas, atrapadas en estados e instituciones, que no pudieron
resolver estos problemas. No pierdan el tiempo, como nosotros, en querer
resolver, a la usanza lógica, burocrática y política. Son problemas resolubles,
contando con toda la capacidad científica y tecnológica que tendrán. Lo
importante, después de resolver estos problemas, es que se dediquen a lo fundamental.
La comunicación con los seres del
planeta y del pluriverso. Ojala puedan hacer lo que no hicimos, por tontos.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario