martes, 19 de abril de 2016

Imaginarios y complejidad

Imaginarios y complejidad


Raúl Prada Alcoreza

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La imaginación forma parte del cuerpo, los imaginarios forman parte de la realidad, sinónimo de complejidad. No se puede entender la imaginación sin el cuerpo, como tampoco se puede entender el pensamiento sin el cuerpo; el pensamiento y la imaginación forman parte de las dinámicas del cuerpo. De la misma manera, se puede decir que, los imaginarios forman parte las dinámicas sociales, las cuales forman parte de las dinámicas ecológicas. No se puede concebir imaginarios sin las dinámicas sociales; así como tampoco se puede concebir las dinámicas culturales, las dinámicas de los saberes, las dinámicas de las ciencias y las dinámicas tecnológicas sin las dinámicas sociales, sin las dinámicas ecológicas[1].

No hay pues una exterioridad como referencia a la que imagina la imaginación, no hay un afuera del pensamiento, que le sirve de objeto de pensamiento. La imaginación y el pensamiento están dentro de la realidad, sinónimo de complejidad; forman parte de la complejidad de la realidad, como integralidad dinámica y simultánea. No podría darse el pensamiento y la imaginación sin esta condición integral y compleja de la realidad; la imaginación y el pensamiento se dan porque forman parte de la multiplicad dinámica de la complejidad integral, de la simultaneidad dinámica de los tejidos del espacio-tiempo.

Desde la perspectiva de nuestra interpretación, decimos que la imaginación y el pensamiento se encuentran en las energías y materias del universo o pluriverso, en sus plurales y singulares formas compuestas y combinadas[2]. No es atributo solamente biológico, como lo concibe la teoría de la complejidad de Edgar Morin, ni mucho menos, solo un atributo humano, como el circunscrito antropocentrismo lo ha concebido y ungido de centralidad mitológica. La imaginación y el pensamiento están insertos en las formas de existencia de las materias y energías del universo[3]. Ciertamente, en sus plurales formas conformadas.

La presencia singular de la forma de pensamiento humana se hace explicable por esta composición compleja del universo, que contiene en sus contexturas y combinaciones, a esta dinámica singular de la imaginación y el pensamiento, en sus distintas formas y composiciones. Que obviamente no conocemos, pues, al partir del prejuicio de que el pensamiento y la imaginación son atributos solamente humanos, los humanos nos hemos encerrado en una cápsula, convertida, además, imaginariamente, en una centralidad cósmica. Centralidad imaginaria que fue decentrándose, en la medida que la percepción y el saber físico deshizo estos mitos. Si bien ha ocurrido esto, la centralidad que todavía se mantiene, como prejuicio, es la centralidad del pensamiento y la imaginación, que para esta ciencia antropocéntrica, conforman la inteligencia, haciendo que la inteligencia sea propiamente un atributo humano. Esta centralidad supuesta es obviamente un prejuicio antropomórfico, que persiste como un obstáculo epistemológico; impidiendo visualizar la complejidad. Además de obstaculizar la explicación o la interpretación adecuada del pensamiento y la imaginación.

El ser humano como complejidad singular, comprendiendo la filogénesis y la ontogénesis, que lo hace posible y viviente, está conectado a los seres complejos y singulares del universo. Que no sea consciente de esto, muestra, mas bien, que su “ideología” antropocéntrica ha alterado la interpretación de los datos, de los fenómenos captados por el cuerpo. Desechando gran parte de la información percibida por el cuerpo; seleccionando lo que le conviene a la “ideología”, que construye el mito del hombre como ser racionalser de lenguajeser político. Esta coraza de defensa ha terminado convirtiéndose en una cárcel para el ser humano, que requiere urgentemente, para seguir viviendo y seguir desenvolviendo la potencia social, de la comunicación con todos los seres del universo.

En los ámbitos, en los planos y espesores de intensidad de las sociedades, la imaginación y el pensamientos humanos, al formar parte de las dinámicas sociales y las dinámicas ecológicas, cumplen, por así decirlo, funciones orientadoras de acciones, funciones instrumentales de recepción de información, de codificación y decodificación de las mismas, además de interpretación. Estas funciones son indispensables para la sobrevivencia y la realización de la potencia social creativa. Sin embargo, cuando estas funciones, articuladas e integradas a las dinámicas complejas sociales y corporales, son imaginariamente autonomizadas, separadas, en primer lugar, del cuerpo, después, convertidas espíritu social, en la razón abstracta, que denominamos razón fantasma[4], las funciones alteradas, mitificadas, terminan generando monstruosidades, como la de la racionalidad instrumental, la mitología del conocimiento científico, antes, la mitología del conocimiento verdadero, sea religioso o filosófico. Monstruosidades, que al incidir en los comportamientos sociales institucionalizados, induce a prácticas y estructuras sociales, que se convierten en una amenaza para la vida, para los ciclos de la vida, para las ecologías, incluyendo la amenaza para la especie humana, por así decirlo.

El pensamiento complejo busca desbaratar esta centralidad persistente, como rudimento anacrónico, que, por su ubicación en el mapa vital de las sociedades, se ha convertido, además de obstáculo epistemológico, en una “ideología” antropocéntrica, que legitima las amenazas de máquinas de poder y de guerra. Dicho en pocas palabras, el pensamiento complejo busca liberar la potencia social.

El pensamiento complejo, al situar, como corresponde, al pensamiento y a la imaginación en el cuerpo, como parte de sus dinámicas, al situarlo en las dinámicas complejas de la realidad, libera al pensamiento y a la imaginación de las ataduras y restricciones impuestas por una episteme esquemática y dualista. Episteme moderna, que si bien ha servido, en parte de la modernidad, ha terminado extraviándose en sus propios laberintos. El pensamiento, como parte de las fenomenologías de la percepción, libera su potencia y da lugar a desenvolvimientos creativos, por de pronto, ateridos a las restricciones impuestas por las mallas institucionales. En este sentido, hay que reconocer, usando la connotación más amplia y adecuada del concepto de política – la de suspensión de los mecanismos de dominación -, que el pensamiento complejo supone una política; la de liberar la potencia social de la metafísica y las “ideologías” del poder, de los diagramas de poder y de las arqueologías de los saberes que lo legitiman.

En el ensayo anterior hablamos de imaginarios y prácticas[5], aludiendo a una de las consecuencias restrictivas de la episteme dualista. Al haber separado imaginarios de prácticasvalorizando los imaginarios, imaginariamente autonomizados, y subordinando las prácticas a las “ideologías” – lo que delata que forma parte de la economía política generalizada -, ha derivado en inhibiciones restrictivas y circunscritas de las prácticasrelaciones y estructuras sociales. Se trata de imaginarios ateridos a los paradigmas, anclados en prejuicios soterrados. Estos imaginarios no solamente obstruyen, sino como “ideologías” impiden la renovación dinámica de los conocimientos y los saberes, desarmando a las sociedades humanas ante los desafíos que afrontan. En cambio, cuando los imaginarios se toman como lo que son, como parte de las dinámicas sociales, entonces mantienen la capacidad imaginativa abierta, reproduciéndose en la complejidad, potenciando su capacidad y sus funciones. A esto llamaba Cornelius Castoriadis imaginario radical; en tanto imaginación, vinculada al cuerpo, individualizada, el mismo pensador crítico, denomina imaginación radical.









[1] Ver La explosión de vida. Dinámicas moleculares; La Paz 2013-15. http://dinamicas-moleculares.webnode.es/news/la-explosion-de-la-vida/.
[2] Ver Espesores-flujos. Dinámicas moleculares; La Paz 2016. http://dinamicas-moleculares.webnode.es/news/mas-aca-y-mas-alla-de-la-mirada-humana/.
[3] Ver Más acá y más allá de la mirada humana. Dinámicas moleculares; la Paz 2013-15. http://dinamicas-moleculares.webnode.es/news/mas-aca-y-mas-alla-de-la-mirada-humana/´.
[4] Ver Crítica y complejidad. Dinámicas moleculares; La Paz 2013-15. http://dinamicas-moleculares.webnode.es/news/critica-y-complejidad/.
[5] Ver Imaginarios y prácticas. Dinámicas moleculares; La Paz 2016. http://dinamicas-moleculares.webnode.es/news/imaginarios-y-practicas/



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