Matrimonio
Sebastiano Monada
A Blanca y Marcelo
Ustedes son como el
comienzo del mundo
Porque el mundo nace
con las parejas primorosas
En el amor envolvente
como manta de vicuña
En el afecto costurero
de dulce sentimiento simultáneo
Entrelazando cuerpos fundidos
en ardiente fuego irradiante
Prendido en leños
apiñados en montón de entregas compartidas
Y elásticas complicidades
traviesas como gaviotas viajeras
Hermosos jóvenes
esperanzados como trinos de aves
Consagrando la
llegada de la primavera renovada
Considerando al mundo
como oportunidad convocante
Retoman la posta heredada
por generaciones enfiladas
En secuencias de
imágenes familiares añoradas
En milenios contados
por astros matemáticos
Hermosos como
alboradas luminosas
Contagiosas en despertar
anaranjado
Sabor de fruta
cítrica y encantamiento visual de pintores paisajistas
Anunciando claridad
de día como acuarela aguanosa
Donde resbalan figuras
en colores llorosos o en tonos nebulosos
Dilatado viaje de
inspiraciones intempestivas
Como percusiones de
tambor afro mensajero mágico
Sus recuerdos caminan
como siluetas fugitivas
Por calles habitadas
por multitudes de pasos apresurados
Que corren precipitadas
hacia las olas danzantes
Cambiando sus colores
azulados en transcurso agitado del día
Son ustedes recuerdos
del futuro
Pues ya están en la
memoria del pasado
En el presente eterno
del círculo estrecho del instante valioso
Se comprometen devotos
en ceremonia ritual de culturas robustas
Congregando regocijados
a familiares y amistades palpitantes
Se comprometen
acompañados minuciosamente
Por ritmo cadencioso de
ramas empujadas por la brisa
Movidas en vendaval ventoso
de pasiones trovadoras
Viento insomne
empujando con soplo tibio
Poblaciones de hojas
relucientes en verdoso coro ondulante
Hacen pacto de sangre
ante vida confiada en lazos envolventes
Pues ustedes se
parecen a recuerdos guardados
Como quién almacena tesoros
preciados
En baúles heredados
de abuelas nostálgicas
Como ajado sombrero
campesino colgado en percha abandonada
Al mirarlos emergen
voces melodiosas
Como notas armoniosas
soltadas por cuerdas afinadas de violines
Y sonrisas acariciantes
transmitiendo alegrías dilatadas
De sus cuerpos
lozanos como quietud lunar aposentada
En aguas de lago
meditando plateada nostalgia diseminada
En larga frase
rumorosa de colores selenitas
Y de múltiples
alegrías revoloteando, constelación de mariposas
Certeza vital sin
dudas ni dilemas, residente
Espontánea destreza forjada
en arte seductor
En cada mirada penetrante
de pupilas enamoradas
Como hondas
concavidades cósmicas
En cada ternura
desprendida de piel tersa
En cada beso creativo
desatando versos cadenciosos
Son ustedes esperanza
en mundo atiborrado de preguntas
Sin respuestas,
atareadas humanidades que ya no meditan
Sus siluetas se
proyectan intrépidas atravesando horizontes
Aprendieron de experiencias
anteriores sedimentadas
En profundas
concavidades del subsuelo
Acumuladas en largas
filas de ascendientes espectrales
Maravilloso manantial
de agua dulce, miel de montañas rocosas
Dadoras de
cristalinas metáforas cantoras
Juventud remontando
caminos inventados al andar
Como aconseja sabiamente
el poeta Antonio Machado
Acarrean devotamente descendencia
innovadora
Síntesis de memoria afanosa
en familias entrañables
Llevará vuestra sucesión
hereditaria tradición inconmensurable
Y carnal enseñanzas
transmitidas por sabidurías encarnadas
Después de aprendizajes
hogareños navegantes de curvados océanos
Cobijando nueva vida en
matricial sinfonía de madre
Serán padre y madre de
madrugadas transparentes de la guagua
Herederos de encomiable
artesanía nativa alfarera
De vasijas de miel
moduladas por elementos primordiales
Aire, agua, tierra y
fuego
Erudiciones ancestrales
replicadas en parejas iniciadas
En eterno retorno de ritual
ceremonioso y alegórico
Son como nubes
portentosas de la tarde
Hacen llover lágrimas
de siembra en padres y madres
Convertidos en jubilosos
abuelos otoñales
Son semillas de
quinua y amaranto recogiendo del fondo de la Tierra
Sueños minerales de
planeta adormecido en orbitas melancólicas
Pareja de parejas
brotando en praderas glaucas y vallunas
Y en hendiduras
intempestivas de vigorosas cadenas ondeantes
De cordillera hostigada
por resonancias cicatrizadas
En esculpidas rocas
descifradoras de quimeras
En calles pavimentadas
o adoquinadas de paz y concordia
En acogedores cafés
consumidores de cariñosas conversaciones
Aladas viajeras de cielos
imaginados por bohemias transgresoras
En perspicaces mentes
inspiradas por gastos heroicos
Son papa andina alimento
de poblaciones congregadas
En alborotado macizo urbano
edificado por somnolientos arquitectos
Enamorados del
majestuoso achachila Illimani
Son miel hecha por
tenaces vocaciones laboriosas
Día a día se levantan
con el roció de la mañana
Y retornan con los
celajes del crepúsculo
En la noche se
acompañan solidarios
En repasos fragmentados
del día de trabajo
Y armando minuciosos proyectos
compartidos
Recuerdan comienzos fundadores
de hogares
Conmemoramos sus
primeros pasos vacilantes
Sus primeras voces
frescas como frutas brillantes
Perpetuamos anecdóticas
novatas travesuras
Y sorprendentes saltos
dados repentinamente
Cualquier momento en
la casa solariega
Rememoramos su
infancia presurosa
Encandilada por
donación de las cosas
Su adolescencia
cuestionante y orgullosa
Su juventud candente
y sonora como canciones de moda
Los vemos ahora como portentosas
obras narradas
Por escrituras
inéditas y anónimas
Donde huellas
hendidas en hojas
Escriben canciones
recuperadas por romances
De corazones
entusiastas como ardillas cosecheras de nueces
Palpitantes y
románticos como poesías musicales
Evocando ya madurez
anunciada en aforismos
De antiguos sabios
intuitivos
Los amamos hijos
entrañables de trayectorias memorables
Al mirarlos navegando
en aguas despejadas
Ojos migrantes
beduinos del desierto
O itinerantes
cazadores y recolectores de Amazonia
Los amamos en bóveda curvada
de presente dilatado
En intensidad
profunda de singular acontecimiento
Compromiso inquebrantable
con la vida
Mensaje extasiado de
amor por tenaces pueblos
Conformados por
padres, madres e hijos constructores de andamios
Albañiles de
edificada utopía amorosa
Depositando
esperanzas en proles hendidas en tierra
Huellas de pasos perdidos
en recorridos olvidados
Esperando aprendan de
caminos desandados
Serán más expresivos yendo
más allá de los mitos
Y de discursos
aletargados en retorica monótona
De envejecidos oradores
consumados
Son libres como juegos
alados de aves
Son libres como baile
poblado de hojarascas
Son libres como notas
emergidas de cuerdas
De guitarras rasgadas
por manos compositoras
Son libres como agua
de cristales fluidos
Resbalando desde
cumbres heladas
Son libres como
sueños sin confines de nómadas
Por eso comprendemos sus
códigos corporales
Sus tramas combinadas
de ansias sinceras y talento rozagante
La importancia de su ánimo
promisorio
Como templado metal de
estaño
Interpretamos su
historia de amor
En auditiva piel
sentimental y memoriona
En órganos laboriosos
moliendo experiencias tragadas por cuerpo
En carne recorrida
por corrientes vibrantes
De sensaciones sabias
como premoniciones anteladas
Intérpretes renacentistas
del mundo devenido
En sus diversos proliferantes
avatares
En huesos de marfil donde
se cristaliza dominaciones antiguas
Y vertiginosamente modernas
desvaneciendo objetos atrapados
En demoledora
transustanciación de la materia
También se
cristalizan anales de emancipaciones realizadas
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